Actualidad

Milei sigue haciendo amigos

Lejos de rectificarse después de encender la mecha en Madrid, el presidente argentino, Javier Milei, se jactó de haberse mofado de su par de España, Pedro Sánchez, parte de la “calaña de gente atornillada al poder”, y de su esposa, Begoña Gómez, tachada de “corrupta”. Sin medias tintas, Milei arremetió contra ellos durante un acto del partido de ultraderecha Vox. En la tribuna aplaudían a rabiar el anfitrión, Santiago Abascal; la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni; el de Hungría, Viktor Orbán, y la líder de la Agrupación Nacional de Francia, Marine Le Pen. Cartón lleno si hubieran estado Donald Trump y Jair Bolsonaro. El stand up de Milei en España coincidió con las vísperas de los cruciales comicios para el Parlamento Europeo, que se celebrarán del 6 al 9 de junio en los 27 países miembros. ¿Casualidad? Dato no menor si se tiene en cuenta que, según las encuestas, los partidos de ultraderecha con su discurso contra la inmigración mejorarán su resultado de 2019 y tendrán incidencia en la elección de la presidencia de (leer más)

Política

Investidura contra natura

A veces, los acuerdos entre las cúpulas levantan ampollas en la ciudadanía. El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, camino a su nueva investidura, conformó a los suyos. No todos de acuerdo en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con el método aplicado para torcer un resultado electoral adverso. El de la repetición apresurada de las elecciones, el 23 de julio, después de la debacle de la izquierda, el 28 de mayo. Sánchez perdió frente al candidato por el conservador Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, pero, para quedarse en la Moncloa, recurrió a seis partidos pequeños (entre ellos, EH Bildu, la izquierda soberanista vasca, heredera de la banda terrorista ETA) y a un prófugo de la justicia de su país. Un mal trago para parte de los socialistas, renuentes a pactar con el partido Junts de Carles Puigdemont, el prófugo en cuestión, y con su rival, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), después del referéndum ilegal con el cual se propusieron declarar el divorcio de España. ¿Qué les ofreció Sánchez a cambio de sortear nuevas elecciones (leer más)

Actualidad

Las agujas giran hacia la derecha

Algunos se tomaban la cabeza con las manos. Otros no salían de su asombro. El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, no quiso ser un pato rengo y decidió adelantar al 23 de julio las elecciones generales, previstas para diciembre, en respuesta a la aplastante victoria del Partido Popular (PP) o la debacle de la izquierda en las municipales y autonómicas del 28 de mayo. Una decisión drástica del secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y candidato presidencial frente a la apuesta de su par del PP, el senador Alberto Núñez Feijóo, de nacionalizar los comicios. Perdió y, por esa razón, echó mano de la potestad presidencial de disolver las Cortes Generales y convocar elecciones en una fecha insólita. Coincide con el comienzo de la presidencia española del Consejo Europeo, desde el 1 de julio,y con las vacaciones de sus compatriotas. En España nunca se celebraron comicios en verano, excepto los del 26 de junio de 1996. El mensaje parece claro: si el PSOE no retiene la Moncloa, su poder de fuego (leer más)