No Picture
Sociedad

El infierno son los otros

Advirtió que es la única manera de proteger a los civiles libios Si el primer ministro británico, David Cameron, quiso quedar bien con la canciller alemana, Angela Merkel, al dar por muerto y enterrado el multiculturalismo, Muammar Khadafy no necesitó más que alzar la vista para desafiarlo: “Hay millones de negros que podrían llegar al Mediterráneo y luego saltar a Francia e Italia si Libia deja de garantizar la seguridad”. Tonto no es. El aviso coincide con el presunto réquiem de la “tolerancia activa” con los inmigrantes, sustituída por el “liberalismo muscular activo”. Es una fórmula de consumo interno tan vaga que no ha hecho más que contribuir a la resurrección de la nostalgia, el odio y el miedo. Son los fantasmas favoritos de la extrema derecha. En 2008 pidieron asilo en Europa unos 18.000 afganos, el doble que en 2007. Desde mediados de enero, más de 7000 inmigrantes ilegales arribaron a la isla de Lampedusa, el último confín del sur de Italia. En Grecia, golpeada por la crisis, creció 10 veces en un año (leer más)

No Picture
Política

La última trinchera

Los gladiadores, sostiene Séneca, “están protegidos por la destreza, pero se quedan indefensos por la ira”. Es la ira, precisamente, el motor de la protesta árabe. No se ha prendido fuego por otro motivo el humilde vendedor de frutas y verduras tunecino Mohamed Bouazizi; su muerte desencadenó la revuelta que aplastó al régimen represivo y corrupto de Zine el Abidine Ben Alí. Tampoco estallaron por otro motivo los egipcios, impotentes como los tunecinos frente a los abusos de las autoridades con sus demandas de baksheesh (propinas traducidas en coimas). Ni tampoco arde por otro motivo Libia, sometida a los caprichos de Muammar Khadafy. Facilitaron la faena las redes sociales, a menudo bloqueadas por esos regímenes y otros, pero nunca resultaron determinantes por sí mismas. El hijo favorito de Khadafy, Saif el Islam, cargó contra “el enemigo exterior” que, “con el uso de Facebook, se ha unido a la oposición interna para imitar lo que ocurre en los países árabes”. La ira es anterior a Internet, por más que una pareja egipcia haya querido rendirle tributo (leer más)

No Picture
Política

El ocaso de un converso

En los ochenta, Muammar Khadafy estaba acusado de violar los derechos humanos y patrocinar el terrorismo; Saddam Hussein también sometía a los suyos, pero compensaba su crueldad manteniendo a raya a Irán. Era entonces un aliado de Occidente. Tres décadas después, uno pende de un hilo a raíz de la marejada de protestas árabes que barrió las dictaduras de Túnez y Egipto; el otro ha muerto colgado como correlato de la “guerra contra el terror” declarada con puras mentiras por George W. Bush, Tony Blair y compañía. En su momento, Khadafy resultó tan útil contra Irán como las dictaduras militares latinoamericanas contra el comunismo. Si Ronald Reagan se había atrevido a llamarlo “perro rabioso” al bombardear Trípoli en 1986, Blair no vaciló en abrazarlo en 2004, en la misma ciudad, por su apoyo a “la guerra contra el terror”. Compañías petroleras británicas y alguna que otra norteamericana firmaron de inmediato lucrativos contratos con Libia. Casualmente, Khadafy usó como carta de resarcimiento su renuncia al programa nuclear. Era, según él, un hombre nuevo, pero, en la (leer más)

No Picture
Política

La imaginación al poder

Algunos gobiernos todavía no han alcanzado a percibir los cambios en el mundo árabe Superado el primer impacto de las revueltas árabes, una broma comenzó recorrer Europa: si quieres saber qué países serán los siguientes en estallar, fíjate dónde pasan sus vacaciones los ministros franceses. Entre Navidad y Año Nuevo, la ministra de Asuntos Exteriores, Michèle Alliot-Marie; su pareja, el ministro de Relaciones con el Parlamento, Patrick Ollier, y sus padres se desplazaron desde la ciudad de Túnez hasta las playas de Tabarka, en plan de descanso, en el jet del millonario Aziz Miled, socio del cuñado del dictador tunecino. En esos días, el primer ministro,  François Fillon, estuvo en Asuán, invitado por el gobierno egipcio. Tras el derrumbe casi en estéreo de Zine el Abidine Ben Alí y Hosni Mubarak, Nicolas Sarkozy se tomó la cabeza con las manos. Los padres de la ministra Alliot-Marie aprovecharon esos días en Túnez para comprar acciones de un emprendimiento inmobiliario de Miled. La casualidad resulta bochornosa, pero, hasta ese momento, eran aliados inevitables de Occidente ambos regímenes (leer más)

No Picture
Política

La tormenta perfecta

Mubarak cayó bajo el peso de la corrupción y la represión que instauró como sistema En junio de 2009, durante su histórico discurso en la Universidad de El Cairo, Barack Obama mencionó apenas tres veces la palabra democracia. Las suficientes. La primera, al referirse a la guerra contra Irak, para diferenciarse de su antecesor, George W. Bush, y señalar que “ninguna nación puede imponer o debe imponer a otra sistema de gobierno alguno”. La segunda para aporrear a “algunos que defienden la democracia sólo cuando están fuera del poder y, una vez que llegan a él, son despiadados en la represión”. Y la tercera para instar a sus pares a “respetar los derechos de las minorías” y aclararles que “las elecciones por sí solas no constituyen una democracia auténtica”. Era para alquilar balcones si el anfitrión, Hosni Mubarak, hubiera acusado recibo de sus palabras, pero, convencido de que era más cómodo para Obama conciliar con un déspota como él que apuntalar una rebelión en cadena en el mundo árabe, ni se mosqueó. No veía entonces (leer más)

No Picture
Política

Hipocresía a plazo fijo

Es el estrepitoso final de los regímenes árabes, antes confiables, ahora despreciables Lejos de las ambiciones de un hombre humilde como Mohamed Bouazizi estaba apurar el derrocamiento de un déspota que se hacía llamar “el líder”, “el iluminado”, “el salvador”, “el combatiente supremo”, “el sol que brilla sobre los tunecinos” y “la ambición que nutre al pueblo”. La mera mención de Zine el Abidine Ben Alí acarreaba un deseo reservado al profeta Mahoma: “Que la paz esté con él”. Eso ocurrió hasta que el 14 de enero, por primera vez en 23 años, los imanes omitieron en la oración que Alá preservara su salud y la de su familia. Era un indicio del cambio: los tunecinos le habían perdido el respeto, si no el miedo, pilar del principio de autoridad entre los árabes. Bouazizi, vendedor de frutas y verduras en la plaza de un ignoto pueblo de Túnez, había perecido 10 días antes. Tenía 26 años. Estaba harto de los abusos. Lo amenazaba a menudo la policía, entrenada en sobornos. La mañana decisiva, el 17 (leer más)

No Picture
Política

El diluvio que viene

Tras las inundaciones, Chávez se propone gobernar por decreto durante un año y medio De haber ganado Hugo Chávez las legislativas de septiembre con holgura suficiente como para asegurarse los dos tercios de los escaños en la Asamblea Nacional, no habría solicitado por cuarta vez en casi 12 años de gestión una ley habilitante para gobernar por decreto. La ley habilitante es un recurso extraordinario, no una herramienta para preservar el poder cuando amenaza con menguar como consecuencia del desgaste natural del presidente. Este tipo de artimaña en nada se parece a un golpe de Estado, pero escasos favores termina haciéndoles a las instituciones de Venezuela. Tanto celo por centralizarlo todo y no dejar resquicio alguno a la oposición no hace más que debilitar la democracia. Todo aquel que disiente con Chávez es un “escuálido” o un “pitiyanqui”. Si el modelo venezolano es tan eficaz, ¿por qué los otros presidentes de América latina son tan cortos de miras que no sacan provecho de una buena vez de los beneficios del socialismo del siglo XXI? Ni (leer más)

No Picture
Economía

¿Quién paga los platos rotos?

La mayoría de los europeos objeta las políticas de austeridad y ajuste presupuestario Pasada la medianoche del sábado 4, el rey Juan Carlos de España seguía en vela. Estaba en Mar del Plata, donde se celebraba la XX Cumbre Iberoamericana. Debía firmar a esas horas el primero de los dos decretos por los cuales se declaraba por primera vez el estado de alarma en su país, ahora prorrogado por el Congreso de los Diputados. La huelga de los controladores aéreos, en respuesta a la decisión de José Luis Rodríguez Zapatero de privatizar la gestión de los aeropuertos de Madrid y Barcelona, derivó en la excepción que, en vísperas de Navidad, pasó a ser una regla: los huelguistas adquieren condición de militares y los militares, al mando de las torres de control, deben comunicarles “la nueva situación”. Era la primera vez en dos décadas que un presidente del gobierno español no asistía a un foro iberoamericano. El faltazo de Zapatero reflejaba la magnitud de la crisis, explicaba someramente por el rey Juan Carlos al presidente de (leer más)

No Picture
Economía

Tentaciones peligrosas

Ni Brasil, buque insignia de la región, ha podido desterrar el flagelo de la corrupción Poco antes de ganar las presidenciales de Brasil, Dilma Rousseff sorteó un escándalo mayúsculo. Erenice Guerra, su mano derecha y sucesora en el cargo de jefa de ministros del gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, se vio obligada a renunciar bajo la sospecha de haber participado de una firma de cabildeo que manejaban sus parientes y que habría ayudado a compañías privadas a obtener contratos y préstamos bancarios estatales para proyectos de obras públicas. Parte del dinero recaudado iba a ser volcado en campañas políticas. El presunto tráfico de influencias a punto estuvo de manchar la reputación de la ahora presidenta electa. En estos ocho años, Brasil alcanzó el octavo lugar entre las economías más poderosas del planeta y, a su vez, adquirió un rol influyente en el concierto internacional. Lula actuó en sintonía con el legado de Fernando Henrique Cardoso, más allá de las discrepancias entre ambos. Con la renuncia de Guerra, el primer gobierno en la historia (leer más)

No Picture
Política

Una de piratas

Los documentos de WikiLeaks muestran cómo se forman opiniones los gobiernos En sus orígenes, las normas de los diplomáticos eran poco elevadas: “Sobornaban a los cortesanos; fomentaban e incitaban rebeliones; alentaban a los partidos de oposición; intervenían en los asuntos internos de los países donde estaban acreditados en la forma más subversiva, mentían; espiaban, y robaban”. Un embajador “se consideraba a sí mismo un honorable espía”. Esta descripción descarnada del diplomático británico Harold Nicolson no es de ayer ni de anteayer, sino de 1939. Cobra actualidad, como su libro Diplomacy (Diplomacia), tras la avalancha de documentos secretos y confidenciales del Departamento de Estado que ha ventilado sin pudor el sitio digital WikiLeaks. Si los diplomáticos, como expone Nicolson, “tienen tanto miedo de que se les acuse de falta de juicio que a toda costa se abstienen de expresar juicio alguno”, en las comunicaciones dirigidas a sus superiores, llamadas cables, se despachan con retratos indiscretos de los mandatarios y los políticos de los países en los cuales prestan servicios. Este procedimiento no tiene copyright de los (leer más)

No Picture
Política

Bautismo de fuego

El ataque de Corea del Norte a su vecino del Sur coincide con la entronización del heredero del dictador Kim Jong-il Desde el día 10 del mes 10 (octubre) del año 10 (2010) tienen los norcoreanos la certeza de que la dinastía comunista creada por Kim Il-sung continuará, tras la muerte de su lunático hijo Kim Jong-il, con su enigmático nieto Kim Jong-un. El Brillante Camarada, ascendido a teniente general en un par de semanas, es ahora el vicepresidente de la Comisión Militar Central. Está al mando del cuarto ejército más numeroso del planeta, con 1,1 millones de soldados y 4,7 millones de reservistas. Lo designó su padre, El Querido Líder, tras presentarlo como su sucesor en el 65° aniversario del Comité Central del Partido de los Trabajadores (PT). El brazo político del régimen aún reconoce como único guía al Presidente Eterno de la República Popular Democrática de Corea, muerto en 1994. En teoría, Kim Il-sung sigue en ejercicio postmortem mientras su hijo aplica la llamada autodependencia, emanada de la filosofía nacional inventada con el (leer más)

No Picture
Política

Yo vengo a ofrecer mi corazón

La líder opositora birmana Suu Kyi insta a organizar una «revolución no violenta» La líder de la oposición birmana, Aung San Suu Kyi, atenúa sus pesares con una máxima de un monje budista: “Para lograr la felicidad, tienes que invertir en sufrimiento”. Demasiado ha invertido en sufrimiento esta viuda de 65 años: estuvo detenida 15 de los últimos 21 años. Su lucha no violenta por la democracia y los derechos humanos ha sido premiada en 1991 con el Nobel de la Paz, pero, como en el caso del disidente chino Liu Xiaobo, terminó siendo nocivo ese galardón ante una junta militar cuyo enigmático jefe, el vanidoso y arrogante general Than Shwe, se inspira en legendarios reyes guerreros y cartas astrológicas para validarse a sí mismo. Tras la farsa de las primeras elecciones parlamentarias birmanas en dos décadas, celebradas el 7 de noviembre, el vetusto y cobarde régimen militar de Myanmar (nombre de Birmania desde 1989) liberó a “La Dama”, como llaman a Suu Kyi. Estuvo siete años bajo arresto domiciliario. No salió de su casa (leer más)

No Picture
Política

Cuando llueve, diluvia

Los magros resultados de la cumbre del G-20 demorarán la solución de varios asuntos La nave va, pero “sigue habiendo riesgos”. Es el punto más preciso de la recatada declaración final del G-20, dominada por el temor a una recaída en el proteccionismo capaz de revivir los fantasmas de la Gran Depresión de 1930. Los daños colaterales son públicos y notorios mientras arrecian las protestas contra los ajustes drásticos. El escaso progreso de los Objetivos del Milenio, pautados por las Naciones Unidas para 2015, refleja cuánto pueden demorarse metas tan necesarias como la reducción de la pobreza y el hambre a la mitad de los índices de 1990, dos tercios de la tasa de mortalidad infantil y las tres cuartas partes de la mortalidad materna. De la cumbre de Seúl no surgieron certezas, sino discrepancias. Y esas discrepancias, centradas en la guerra de divisas entre China y los Estados Unidos, demoran, también, la solución de otros pendientes cruciales, como el tráfico de armas, drogas y seres humanos; el lavado de dinero, y la violación de (leer más)

No Picture
Política

Que no se vayan todos

El movimiento ultraconservador Tea Party saca partido del mal humor de la gente En 1862, Abraham Lincoln no pudo mantener la mayoría de número republicana en la Cámara de Representantes. Desde entonces, casi todos los presidentes de los Estados Unidos han besado el polvo en ese ámbito en las primeras elecciones de medio término de sus mandatos. Hubo pocas excepciones: Theodore Roosevelt en 1902, Franklin Roosevelt en 1934, Bill Clinton en 1998 y George W. Bush en 2002. Los otros derraparon, incluido Clinton en 1994. Dieciséis años después, con Barack Obama en la Casa Blanca, los demócratas perdieron el control de la Cámara baja y parte de la supremacía en el Senado. La disconformidad popular se ensañó, esta vez, con el promotor del cambio. Obama acusó recibo y se acusó a sí mismo: “Esta paliza me deja claro lo importante que es para un presidente salir de la burbuja de la Casa Blanca”. De la paliza pudo ufanarse Sarah Palin, puntal del ultraconservador Tea Party, encolerizada con “un presidente que, tal vez por primera vez (leer más)

No Picture
Política

Sabiduría oriental

Mujica interpretó la súbita muerte de Kirchner como un llamado de atención para todos Entre las condolencias por la súbita muerte de Néstor Kirchner, la más cálida y emotiva resultó ser la más cercana. “La vida continúa”, juzgó desde la otra orilla del Río de la Plata el presidente de Uruguay, José Mujica. Esta pérdida, agregó, “es un llamado de atención para todos”. No era un mensaje político, sino una reflexión sobre la vida misma, que “se nos va en un santiamén” y “hay que vivirla”. Después, en una entrevista radial con Víctor Hugo Morales, el inefable “Pepe” declaró: “El río nos separa, pero también nos une”. No sólo el río nos une. La delegación uruguaya estuvo compuesta por la senadora Lucía Topolansky, esposa de Mujica, y miembros de todos los partidos políticos con representación parlamentaria. Ese gesto de solidaridad, más allá de las lógicas diferencias entre el Frente Amplio y los partidos Nacional, Colorado e Independiente, mostró la dimensión humana de una dirigencia que, sin renunciar a sus respectivas banderas, pudo estar a la (leer más)