Política

Cambio de época en Brasil

La expansión de la clase media, con 40 millones de personas que salieron de la pobreza desde 2003, no sólo implica un éxito político, sino, también, un compromiso mayor. En 2013, durante el gobierno de Dilma Rousseff, comenzaron las protestas en Brasil. ¿Qué reclamaban en las calles? La mejora de los servicios públicos, más seguridad y menos corrupción. Lo normal en medio del aumento de los servicios bancarios y del uso de las tarjetas de crédito, así como de las ventas de bienes. Era el correlato del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, sostenido como el de su sucesora por el boom de los precios internacionales de las materias primas. La fiesta había terminado. La última en enterarse pareció ser Rousseff, destituida por un Congreso dominado por legisladores involucrados en escándalos de corrupción y fraudes electorales. El vocero de la Cámara de Diputados y arquitecto del impeachment, Eduardo Cunha, iba a ser condenado a 24 años y 10 meses de prisión por corrupción, lavado de dinero y violación del secreto profesional por medio de (leer más)

Otras voces

Cuando Jesús multiplica los votos

El Espectador Era un total desconocido, uno de los 13 candidatos que aspiraban a gobernar Costa Rica, pero que de acuerdo con encuestas y analistas, no tenía la menor oportunidad frente a los candidatos de los partidos tradicionales. Fabricio Alvarado, predicador y cantante evangélico, sin embargo, obtuvo el 24,8 % de los votos y se convierte en el favorito para ganar la Presidencia de Costa Rica. ¿Cómo? La fórmula parece infalible: Dios, familia y rechazo a los homosexuales. Hasta finales de diciembre del año pasado, Fabricio Alvarado (del partido evangélico Restauración Nacional) tenía apenas el 3 % de favorabilidad. Pero un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos –que determinó que las parejas homosexuales deben contar con los mismos derechos de matrimonio que una pareja heterosexual– prendió la campaña. Y Fabricio Alvarado capitalizó el voto al asegurar que, de ganar las elecciones, desconocería el fallo de la Corte. También dijo estar en contra del aborto, la “ideología de género” y la promoción de programas de educación sexual en adolescentes. “De la mano de Dios (leer más)