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El credo malvinero

El 2 de abril, fecha que recuerda la fugaz recuperación de las Malvinas durante la última dictadura militar en Argentina, estuvo dividido este año entre el llamado del presidente Javier Milei en Buenos Aires a convertir el país en una potencia para que los malvinenses, como llamó a los isleños, deseen ser argentinos, y el comienzo de un proceso de malvinización, trazado por la vicepresidenta Victoria Villarroel en Tierra del Fuego. Posiciones antagónicas a gran distancia geográfica que reflejan las diferencias políticas entre ambos. En los últimos años se dijo que Malvinas era la única causa que unía a los argentinos. Vaya paradoja: “O Malvinas no es lo único que une a los argentinos, o Malvinas tampoco une a los argentinos”, reflexiona Vicente Palermo, politólogo, miembro del Club Político Argentino  y consejero académico de CADAL, en la columna 2 de abril de 2025: quién lo hubiera dicho, publicada en el diario Clarín. La guerra dejó un saldo de 649 combatientes argentinos, 255 británicos y tres isleños fallecidos «Nos tenemos que hacer cargo de un episodio (leer más)

Sociedad

El cuchillo va a la derecha

Tres latigazos en una semana: la Corte Suprema de Estados Unidos dejó de reconocer el aborto como una prerrogativa constitucional, revocó la ley de Nueva York que restringía el derecho de portar armas y, en un país que se vanagloria de ser laico desde su fundación, acortó la separación entre la Iglesia y el Estado al permitir que fondos públicos sean utilizados para mantener escuelas religiosas. Las sentencias del máximo tribunal, dominado por la mayoría conservadora heredada del gobierno de Donald Trump, despertaron indignación y aplausos por partes iguales. Señal de una polarización que excede el ámbito judicial. Trump tuvo la extraordinaria posibilidad de nombrar a tres jueces afines a los ideales republicanos: Amy Coney Barrett en 2020, Brett Kavanaugh en 2018 y Neil Gorsuch en 2017. Dejó un campo minado con seis magistrados conservadores y tres liberales, designados por demócratas. Los muchachos trumpistas siguen fieles a su legado, más allá de que un comité de la Cámara de Representantes haya demostrado que conspiró contra su propio vicepresidente, Mike Pence, en su afán de anular (leer más)