Política

La España de Pedro y Pablo

MADRID – Pedro y Pablo desconfían de sí mismos. Y Pedro, más que Pablo, tuvo su bautismo de fuego en política exterior. No recibió en La Moncloa al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado de su país por el gobierno de España y la Unión Europea. En enero de 2019, Pedro llamó “tirano” a Nicolás Maduro. Un año después, acaso para no desentonar con Pablo, cambió de opinión. Dejó la bienvenida de Guaidó en manos de la ministra de Exteriores, Arancha González Laya. No en su despacho, sino en la Casa de América. Terreno neutral. La frialdad del primer gobierno de coalición de España desde la muerte de Franco frente a la crisis venezolana preocupa más a la tropa del presidente Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que a la del vicepresidente segundo Pablo Iglesias, de Unidas Podemos, aliado del régimen. En otro episodio rocambolesco, en forma casi simultánea con la visita de Guaidó, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, se reunió en el aeropuerto (leer más)