Actualidad

La indiferencia del mundo

La disolución de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj pone un broche al brutal embate del gobierno autocrático de Azerbaiyán contra su población, de mayoría armenia. El doloroso éxodo hacia Armenia de miles de personas en vehículos serpentea en las empinadas montañas del Cáucaso Sur a pesar de la promesa del presidente azerí, Ilham Aliyev, de crear un enclave multiétnico. Difícil en una región en la que, más allá de las diferencias étnicas y religiosas entre musulmanes (azeríes) y cristianos (armenios), prima el resentimiento después de varias rondas de combates mortales desde la disolución de la Unión Soviética. La capitulación del presidente de Nagorno Karabaj, Samvel Shahramanián, implica el final a plazo fijo de la República de Artsaj, como la llaman los armenios, el 1 de enero de 2024. Implica también la recuperación a sangre y fuego de un territorio a un costo tan alto como un genocidio a los ojos del especialista en derecho internacional Luis Moreno Ocampo, primer fiscal de la Corte Penal Internacional entre 2003 y 2012, y fiscal adjunto del Juicio (leer más)

Economía

No mires arriba ni abajo

El aumento del precio del combustible derivó en Francia en la aparición de los chalecos amarillos, contrarios a las políticas de Emmanuel Macron. Idéntica medida, con la excusa de racionalizar el consumo, desató protestas en Irán, Ecuador y Haití. Países distantes, aguijoneados por problemas estructurales recurrentes. Otro pueblo, el de Kazajistán, encerrado entre Rusia y China en Asia Central, estalló el 2 de enero por una decisión similar de su impopular presidente, Kasim-Yomart Tokáyev. La abortó al rato. Tarde. La gota desbordó el vaso y causó, en una refriega brutal, 164 muertos, más de 1.300 heridos y casi 8.000 detenidos. Las protestas, reprimidas a sangre y fuego por las fuerzas de seguridad de Tokáyev, provocaron la intervención militar de Rusia vía Vladimir Putin, siempre atento a preservar alfiles autócratas como los de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, y de Azerbaiyán, Ilham Aliyev. Kazajistán, gobernado por el mismo partido desde que se independizó de la extinta Unión Soviética en 1991, Nur Otan, se refugió bajo el alero de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), de la (leer más)