Catalejo

Peor es nada (Chile)

De Los Infiernos (España) a Fin (Irán), Que Dios les guarde (España) en una recorrida por los pueblos y las ciudades con los nombres más exóticos del mundo Por Jorge Elías En España, uno puede saciar el apetito en pueblos toledanos como Cebolla, Pepino y Membrillo, complementados con el cantábrico Ajo, de fuerte y persistente aliento, y el aragonés Pancrudo. Si tropieza en el vicio con Coca (Segovia), irá primero a La Matanza (Alicante, al igual que en Argentina) y después a Los Infiernos (Murcia). Siempre es mejor recibir Cariño (A Coruña). Para juerga, Parderrubias (Pontevedra), pero no hay que ser Tocón (Granada). Nihuella (Zaragoza), ¿estamos? Nadie se jacta de ser de Villapene (Lugo) ni de Pitorreal, en México, por temor, en Asturias, a vérselas con La Degollada y caer en El Pozo de las Mujeres Muertas, algunas de ellas Viudas (pueblo de Chile). Peor es nada (Chile, también). No es lo mismo ir en Bermudas (Antillas) y Patas (Uzbekistán y Rumania) que ostentar el deshonroso gentilicio de hijo de Puta por haber nacido en (leer más)

Sociedad

El último samurái

¿Qué lleva a personas de distintos países a aislarse en la selva durante un conflicto armado y vivir como si el planeta conocido hubiera dejado de existir? Con bananas, cocos y arroz, el soldado japonés Hiroo Onoda sobrevivió en la isla Lubang, Filipinas, tres décadas después del final de la Segunda Guerra Mundial. No le avisaron que la guerra había terminado en 1945. Tras una difícil negociación, se rindió el 9 de marzo de 1974. Falleció el 16 de enero de 2014; tenía 91 años de edad. Lo habían declarado muerto en 1959. En 1972 se quedó solo por el deceso del segundo de los dos soldados que lo acompañaban; otro se había rendido en 1950. Por poco superó en eso de no aceptar la realidad al soldado japonés Teruo Nakamura, hallado en la isla indonesia de Morotai el 18 de diciembre de 1974.