Sociedad

Tokio 2020, Japón 2021

El ex primer ministro japonés Shinzo Abe puso toda la carne en el asador para ganar la plaza. Tokio terminó siendo la sede de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020 que, a causa de la pandemia, se realizan sin público ni entusiasmo en 2021. ¿Qué había detrás de ese ímpetu? La necesidad de cederle la posta a su sucesor, Yoshihide Suga, de modo de reencarrilar a la tercera economía del planeta. Cuando ardió la llama olímpica, el 24 de julio, los mismos japoneses creyeron que se trataba de una artimaña política en medio del renovado estado de emergencia a plazo fijo hasta el 22 de agosto. El cuarto en 16 meses. Suga quiso mostrar que su país ha sido capaz de superar las peores tragedias de la era contemporánea. En especial, el devastador terremoto y tsunami de 2011 que provocó el desastre nuclear de Fukushima, con más de 20.000 muertos. El ánimo festivo que había previsto Abe se ve empañado por las burbujas, los protocolos y las restricciones frente a la incertidumbre de los (leer más)

Sociedad

Los fundamentalistas del aire acondicionado

¿Quién no ha sentido alguna vez la necesidad de entrar en un centro comercial para recibir un soplo fresco en un día tórrido de verano? Esa brisa reconfortante, creada a comienzos del siglo XX para conservar mercaderías, pasó primero a unos pocos sitios de esparcimiento y después a algunas casas de personas pudientes para convertirse ahora en un estandarte de la clase media. El aire acondicionado revolucionó la vida de la mayoría de los países, pero tiene una cara oculta. La negativa, vinculada con la sobrecarga de la red eléctrica y con las emisiones que calientan, o sobrecalientan, el planeta. La cantidad de aires acondicionados se disparará de 1.600 millones en la actualidad a 5.600 millones a mediados de siglo, lo cual equivaldrá al uso de la electricidad que insume en todas sus actividades el país más poblado del planeta, China. La estimación de la Agencia Internacional de la Energía, que depende de Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), entraña un riesgo: las emisiones de gases de efecto invernadero que liberan las (leer más)