Sociedad

Pocos confían en Trump

Puestos a elegir, los argentinos prefieren a Xi Jinping, Vladimir Putin, Angela Merkel y Emmanuel Macron antes que a Donald Trump. En ese orden, del 35 por ciento de popularidad del presidente de China al escaso 22 de su par de Estados Unidos, el sondeo realizado en 33 países por el Pew Research Center arroja un dato revelador: la predilección de los argentinos por un líder poco carismático de un país comunista con maquillaje capitalista y de otro que lleva dos décadas en el poder sobre la veterana canciller de Alemania, pronta a retirarse, y el presidente de Francia, en apuros con los chalecos amarillos y los sindicatos. Los cuatro mantienen diferencias con Trump. La mala imagen de Trump por sus “decisiones incorrectas” en la política exterior ronda el 69 por ciento en Argentina y el 60 por ciento en Brasil. Bastante más en México, 89 por ciento, a raíz de su empeño en el muro fronterizo. Por esa razón, el aumento de los aranceles a las importaciones y el retiro del acuerdo sobre el (leer más)

Política

A río revuelto, ganancia de Putin

De haber una Tercera Guerra Mundial “por partes”, como la definió el papa Francisco, ¿cuándo comenzó? De haber una versión remozada de la Guerra Fría, ¿quién está ganándola? Estados Unidos forjó su poder con la victoria en la Segunda Guerra Mundial y la desintegración de la Unión Soviética, pero Donald Trump pateó el legado, en especial el de Barack Obama, y estrenó sus propias guerras. Tanto la comercial y tecnológica contra China como la de mayor impacto contra Irán desde que decidió retirarse del acuerdo nuclear de 2015. La rutina de la provocación de Trump benefició a otro autócrata, acaso más astuto: Vladimir Putin. El asesinato selectivo del general iraní Qasem Soleimani, una flagrante violación de la soberanía de Irak, resultó ser el prólogo de contactos vertiginosos de Putin con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel; de una visita estratégica al dictador sirio Bashar al Assad, ahijado del régimen de los ayatolás, y de un intento fallido de tregua en Libia, forjado en Moscú, entre el mariscal Jalifa Hafter, (leer más)

Política

Arma de distracción masiva

Después del asesinato selectivo del general iraní Qasem Soleimani, la representante demócrata Ilhan Omar insinuó que podía tratarse de una “guerra de distracción”. La denuncia de la primera somalí y primera musulmana​ en arribar a la Cámara de Representantes de Estados Unidos, maltratada por su origen y su creencia por Donald Trump, coincide con otras guerras. La del juicio político de Trump, la de las revueltas reprimidas en Irán por la suba del precio del combustible y en Irak por la destitución del comandante en jefe de la fuerza antiterrorista y, en medio de la convulsión en América latina, la del régimen de Nicolás Maduro contra la reelección del presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó. Trump parece ser el enemigo número uno del ayatolá Alí Khamenei, pero terminó dándole oxígeno interno y argumentos para las réplicas con el crimen de Soleimani. También parece ser el enemigo número uno de Maduro, pero se convirtió en su mejor aliado cuando legitimó antes que nadie al gobierno interino de Guaidó. Maduro halló en esa validación, (leer más)

Política

La venganza de Trump

La “dura venganza” prometida por el líder supremo de Irán, Alí Khamenei, no compensa su propia pérdida. La del general cinco estrellas Qasem Soleimani, comandante de la fuerza de élite Quds de la Guardia Revolucionaria, el único militar en la historia que recibió la Orden de Zolfaghar, establecida en 1856 bajo la dinastía Qajar. “La República Islámica lo necesita por muchos años más, pero espero que, al final, muera como mártir”, le dijo el ayatolá al entregársela en febrero de 2018. Murió como mártir en el aeropuerto de Bagdad tras un ataque con un dron ordenado por Donald Trump en respuesta al asalto contra la embajada de Estados Unidos en Irak. Quizá Khamenei no creyó que las amenazas de Trump fueran verosímiles, como ocurrió al abortar un bombardeo contra Irán con aviones en el aire y buques en posición. Esta vez, tras la evacuación de la embajada de Estados Unidos en Bagdad por la embestida de las Fuerzas de Movilización Popular, formadas por paramilitares chiitas proiraníes, la represalia no tuvo contemplaciones. Dio en la médula (leer más)

Política

La pesadilla de Irak

No ajeno a la convulsión global, Irak vive la suya. La peor desde la caída de Saddam Hussein. Estalló en octubre por la destitución del general Abdul Wahab al Saadi, comandante de la fuerza antiterrorista de élite. Un héroe nacional. El artífice de la derrota del Daesh, ISIS o Estado Islámico después de haber dominado parte del territorio durante tres años. Las protestas, reprimidas con dureza como en otras latitudes, se saldaron con cientos de muertos, heridos y detenidos y evolucionaron hacia reclamos por la corrupción, el sectarismo, la economía y el sistema político. En noviembre cayó el primer ministro Adel Abdel Mahdi. Duró menos de un año en el cargo. La pesadilla de Irak, rico en sus entrañas y pobre en la superficie, engarza varios capítulos de violencia: la guerra contra Irán entre 1980 y 1988, la Operación Tormenta del Desierto en 1991, la invasión de Estados Unidos y sus aliados en 2003 y el arribo a Mosul, la segunda ciudad del país, en 2014, de unos hombres de negro que portaban armas, pero, (leer más)

Política

Dos países en uno

Detrás del inminente juicio político contra Donald Trump despunta un signo de estos tiempos que excede a Estados Unidos: la polarización. No sólo entre los políticos, sino también en la sociedad. La mitad del país ve aquello que la otra mitad niega en una de las democracias representativas más antiguas del mundo, con elecciones ininterrumpidas cada dos años desde 1788. Un récord institucional que no se ve empañado ni en riesgo por el comienzo del tercer procedimiento de este tipo en la historia después de los de Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1998, truncados en el Senado, y de la dimisión de Richard Nixon antes de su apertura en 1974. Trump goza de inmunidad legal, pero puede ser destituido por «traición, soborno, u otros graves delitos y faltas». ¿De qué se lo acusa? De obstrucción al Congreso por “el incumplimiento indiscriminado de las citaciones” y por abuso de poder al supeditar la entrega de misiles a Ucrania por valor de 391 millones de dólares a la colaboración del presidente Volodymyr Zelensky en (leer más)

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Devaluación y castigo

En clave electoral, más que económica, Donald Trump decidió extender su guerra comercial a América del Sur. Esta vez, Argentina y Brasil resultaron ser los perjudicados por la restitución de las tarifas a las importaciones de acero y aluminio por la devaluación de sus monedas. Eso, dijo Trump, “no es bueno para los granjeros”. Una medida controvertida, ajena a la transición entre Mauricio Macri y Alberto Fernández y al gobierno de Jair Bolsonaro, que guarda relación con su afán de cosechar votos para ser reelegido en 2020 en Estados sojeros y maiceros en los cuales se hizo sentir tanto la guerra comercial con China como su política sobre biocombustibles. El acero y el aluminio son utilizados en forma intensiva por la industria alimentaria para la fabricación de envases y para la protección de sus productos, así como por la industria automotriz para la fabricación de vehículos y de piezas o para la fabricación de maquinarias. Además En marzo o en abril habrá elecciones en Bolivia. Serán las primeras en 15 años sin Evo Morales como (leer más)

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El dilema boliviano

El pueblo boliviano sigue sumido en el desconcierto y en el caos después del final precipitado del gobierno de Evo Morales. La senadora Jeanine Áñez, en su papel de presidenta interina autoproclamada, promete la convocatoria a elecciones por decreto si la Asamblea Legislativa, dominada por el Movimiento al Socialismo (MAS), no concilia un proyecto de ley. “Hay una especie de espíritu revanchista bastante sostenido por parte de una elite que se sintió desplazada y por parte de una clase media que vio caer su signo de distinción y parece volver con mucha fuerza, pero el Movimiento al Socialismo todavía tiene un peso significativo en el electorado”, observa Bruno Fornillo, doctor en ciencias sociales, historiador e investigador del Conicet. Morales y Áñez son las dos caras del dilema boliviano La Fiscalía abrió una investigación contra el Morales por los delitos de sedición y terrorismo en respuesta a la difusión de la grabación de un diálogo telefónico en el que supuestamente da instrucciones de bloquear los caminos y “no dejar pasar alimentos” a las ciudades. Morales y (leer más)

Política

El muro que no cayó

STEPANAKERT, Nagorno Karabaj – En la Línea de Control, la última frontera, la guerra continúa. No pasa un día sin una denuncia de violación del alto el fuego, dicen por separado en latitudes diferentes un militar armenio y un diplomático azerí. De las ruinas de los bombardeos entre ambos bandos de 1991 a 1994 brota musgo y desolación. Un cuarto de siglo después, 14 familias de agricultores se animan a retirar los escombros para aprovechar la tierra. Tierra de Armenia, la República de Artsaj, no reconocida por la comunidad internacional, y tierra de Azerbaiyán, que denuncia su usurpación. Rémora irresuelta de la desintegración de la Unión Soviética tras la caída del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989. La peor catástrofe geopolítica del siglo XX, como llama Vladimir Putin al final de la era soviética, derivó en más de 30.000 muertos y casi 700.000 desplazados durante los tres años de combates en Nagorno Karabaj y los siete distritos adyacentes que reclama Azerbaiyán. Los armenios de esta región montañosa, con el apoyo del ejército (leer más)

Política

Ofensiva turca, dilema armenio

EVERÁN, Armenia – En el frente, las tropas rusas patrullan la zona invadida por las turcas, empeñadas en expulsar a los kurdos, fijar una zona de seguridad y repatriar a más de tres millones de refugiados sirios. En la retaguardia, a la sombra del genocidio armenio, no reconocido por Turquía, el viceministro de Asuntos Exteriores de Armenia, Grigor Hovhannissyan, busca un delicado equilibrio entre Siria y Rusia, “países amigos”, y la diáspora armenia en Siria, a merced de la renovada tensión. Desde el comienzo de la guerra, unos 30.000 armenios regresaron al país. La mitad se quedó en forma definitiva. El retiro de las tropas de Estados Unidos del norte de Siria estrenó un nuevo castillo de naipes en Medio Oriente. Lo aprovechó el presidente de Turquía, Recep Tayip Erdogan, para cercar a los kurdos, considerados terroristas por sus vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), y ajustar cuentas con la Unión Europea, madrina de la Federación Democrática del Norte de Siria, el Kurdistán sirio, donde viven cuatro millones de personas que (leer más)

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La crisis forzosa de Perú

Era inevitable una crisis. La de dos presidentes de Perú respaldados por dos poderes diferentes del Estado, como ocurrió hace 27 años tras el autogolpe perpetrado por Alberto Fujimori. Esta vez, el presidente Martín Vizcarra disolvió el Congreso y convocó elecciones anticipadas para el 26 de enero de 2020. El Congreso, dominado por el fujimorismo, declaró la suspensión de funciones de Vizcarra, cuyo mandato vence en 2021, y designó en su lugar a la vicepresidenta Mercedes Aráoz. La decisión tomada por Vizcarra de disolver el Congreso unicameral y convocar a nuevas elecciones parlamentarias en un lapso no mayor a los cuatro meses está contemplada en la Constitución de 1993, aprobada en un referéndum durante el gobierno de Fujimori, explica el periodista Pablo Biffi. La precipitada elección de miembros del Tribunal Constitucional por parte de la oposición apresuró el cierre del Congreso La efímera presidencia de Aráoz, que renunció en menos de 24 horas, cerró un ciclo de dos años de enfrentamientos entre ambos poderes. Vizcarra heredó el gobierno de su antecesor, Pedro Pablo Kuczynski, preso (leer más)

Política

Juego de patriotas

Si el futuro pertenece a los patriotas, no a los globalistas, como dejó dicho Donald Trump ante la Asamblea General de la ONU, tanto él como el primer ministro británico, Boris Johnson, están en problemas. La integración en bloques desde la década del noventa, durante el apogeo de la globalización, permitió a muchos países liberarse del yugo de los golpes y de las revoluciones. No es el caso de Estados Unidos ni el del Reino Unido, sujetos ahora a la evaluación de los excesos de sus mandatarios. Líderes alfa que se ven a sí mismos como fundadores de movimientos, más allá de los partidos a los cuales representan. El juego de patriotas llevó Trump a comprometer al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en la investigación de las actividades en su país de Hunter Biden, hijo del exvicepresidente Joe Biden, como ejecutivo de la empresa de gas Burisma Holdings. Novato, Zelensky accedió a su pedido. La Cámara de Representantes de Estados Unidos, de mayoría opositora, impulsa un proceso de destitución o impechament contra Trump por la (leer más)

Economía

El crudo ataque contra Arabia Saudita

Los ataques con drones contra las refinerías de la compañía Aramco en Abqaiq y Khurais, Arabia Saudita, aparentemente perpetrados por rebeldes huthis de Yemen, despertaron la intranquilidad de Donald Trump no sólo por su impacto, la mayor suba del precio del petróleo en 28 años y el mayor corte repentino de la producción en la historia, sino también por la amenaza de Irán contra aquello que Franklin Roosevelt, uno de sus predecesores, creía que formaba parte del patrimonio norteamericano: las reservas de crudo sauditas. ¿Un correlato de la guerra de Yemen o una represalia del régimen de los ayatolás? Esa es la cuestión. Hubo una fecha clave: el 8 de agosto. No el de 1974, cuando por única vez renunció un presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, sino el de 1944, antes del final de la Segunda Guerra Mundial. Ese día, el 8 de agosto de 1944, tres décadas antes de la consumación del caso Watergate, Roosevelt y Winston Churchill se repartieron las reservas de petróleo de Medio Oriente. Le iba a decir el mandatario (leer más)

Sociedad

Amazonía: ¿catástrofe brasileña o mundial?

Cuando Jair Bolsonaro se trenzó con Emmanuel Macron por la ayuda económica del G7 para aplacar los incendios y la deforestación de la Amazonía invocó la soberanía. La soberanía sobre una fuente imprescindible de oxígeno, colosal sumidero de dióxido de carbono, que impacta en las corrientes oceánicas y en el clima mundial. La selva amazónica, compartida por Brasil y otros ocho países, perdió más de un 20 por ciento de su terreno en las últimas seis décadas. Sólo en agosto hubo unos 31.000 focos de incendio, casi el triple que en el mismo mes de 2018. Arrasaron una superficie equivalente a 4,2 millones canchas de fútbol. Bolsonaro apeló al orgullo nacional frente a la alarma mundial. Culpó de los incendios a las organizaciones no gubernamentales, amonestó a su par de Francia por haber tratado a Brasil como “una colonia o una tierra de nadie” y, tras meses de humo, prohibió temporalmente las quemas a agricultores, ganaderos, madereros, mineros y petroleros. Nada nuevo, pues cada año arrasan miles de hectáreas. Las de 2019 superaron las previsiones (leer más)

Sociedad

¿Por qué estamos más tristes que nunca?

En tiempos revueltos, la felicidad choca con su peor enemiga: la incertidumbre. Más de 150.000 personas de 140 países, entre ellos Argentina, respondieron preguntas simples: ¿te sentiste descansado ayer?, ¿te reíste?, ¿aprendiste o hiciste algo interesante?, ¿te sentiste estresado?, ¿te sentiste maltratado?, etcétera. Nada vinculado con la coyuntura política ni con la económica. Inquietudes sobre la vida cotidiana. ¿El resultado? Los habitantes de la mayoría de los confines del planeta están más tristes, enojados y asustados que nunca, concluye el Informe de Emociones Globales de Gallup. El índice negativo de 2018 empató con el del año anterior y superó todas las marcas desde que comenzaron a realizarse estas mediciones en 2006. Otros estudios señalan que, por el aumento de la expectativa de vida y algunos indicadores positivos, deberíamos ser más felices que nunca. Pues, no. Estamos más tristes, enojados y asustados. Entre los diez países más positivos figuran Paraguay, Panamá, Guatemala, México y El Salvador. Les siguen Indonesia, Honduras, Ecuador, Costa Rica y Colombia. Nueve de los diez son latinoamericanos. Sorprendente. El grado de satisfacción (leer más)