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Por Jorge Elías
PANAMÁ. – Un país de contrastes. Eso es Panamá, donde los monumentos y los edificios históricos se llevan bien con sus inmensos centros comerciales, donde el colosal Trump International Hotel & Tower convive con el restaurado hotel American Trade del casco viejo (albergue de hampones en otros tiempos) y donde la paz del sendero de la Piedra Pintada en el valle de Antón no empaña la efervescencia del Canal de Panamá en la provincia de Colón cada vez que un buque de gran porte pone a prueba sus nuevas esclusas.
El Canal, carril transoceánico entre el Atlántico y el Pacífico, es la metáfora del programa En Panamá, unimos al mundo, de Radio Panamá, miembro del Grupo Prisa al igual que Radio Continental y otras emisoras de España, de América latina y de los Estados Unidos.
En sus aguas nos tocó ver al Mol Majesty. Iba repleto de contenedores. Provenía de Shanghai, China, por el Pacífico, y se dirigía a la Costa Este de los Estados Unidos, previa escala en la terminal internacional de Manzanillo, Colón. La lluvia y el viento arreciaban con furia en medio de una tormenta tropical que amenazaba con convertirse en el huracán Otto. Una voz femenina relataba con pasión los pormenores de la operación mientras el Mol Majesty era secundado por cuatro remolcadores de una flota de 46, 14 de los cuales son de última generación.
“Se trata de una operación delicada en condiciones difíciles por el mal tiempo, pero confiamos en que logrará superar el trance”, decía ella, contagiando emoción. Lo logró después de varias maniobras. La gente aplaudía.
El Canal de Panamá, recientemente ampliado, representa desde 1914 una de las obras más importantes para el comercio global y es, a su vez, una maravilla de la ingeniería que parecía imposible de concebir cuando Vasco Núñez de Balboa cruzó el istmo en 1513 y el rey Carlos V de España pergeñó el primer plan, dibujado en los cuadernos de bitácora y en los mapas de los primeros exploradores.
El tercer juego de esclusas, inaugurado en junio de este año, requirió 4,5 millones de metros cúbicos de hormigón (dos pirámides de Keops), 220.000 toneladas de armadura de acero (22 torres Eiffel), 7,1 millones de metros cúbicos dragados (2.840 piscinas olímpicas) y 62 millones de metros cúbicos extraídos del movimiento de tierras, detalla el diario español El País. La obra, levantada por más de 100.000 trabajadores, tiene 16 compuertas (las mayores, de 33 metros de alto y 4.300 toneladas de peso).
Un par de días antes, en el valle de Antón, a dos horas en coche desde la ciudad de Panamá, el norteamericano Jon Owens nos explicaba la metamorfosis de las mariposas en un recinto adaptado para ellas, el biólogo Mario Urriola nos conducía por la cascada El Escondido, su primo William nos mostraba el serpentario y Viviana Rodríguez nos presentaba cada una de sus miles de orquídeas con nombres y apellidos científicos. El pueblo está asentado en el cráter de un volcán.
En la ciudad de Panamá, los contrastes se acentúan. El barrio Quary Heights, coronado por el cerro Ancón, de 199 metros de altura, alberga en sus entrañas un búnker abandonado que pertenecía al Comando Sur. En sus faldas se encuentra el área que estuvo bajo jurisdicción de los Estados Unidos como parte de la Zona del Canal de Panamá hasta la firma de los tratados Torrijos-Carter en 1977. Algunas de las residencias forman parte de la localidad de Balboa. Se trata de una suerte de mojón verde, con bosques y especies de flora y fauna salvajes, dentro de la ciudad.
Ancón era el nombre del primer barco que cruzó el Canal y es el acrónimo de la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (Ancon), principal organización ambiental de Panamá. La construcción del Ferrocarril Transístmico (1850-1855) y el Canal de Panamá (1904-1914) fue estratégica para los intereses norteamericanos. Panamá se convirtió en una enorme base militar de los Estados Unidos durante las guerras contra Japón (1941-1945) y contra Corea y Vietnam (1951-1975). Varios monumentos recuerdan la represión de los soldados norteamericanos contra los jóvenes que, el 9 de enero de 1964, intentaron izar una bandera de gala panameña en un cuartel militar. Otro contraste en un país de contrastes.
@JorgeEliasInter | @Elinterin
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