La toma de Venezuela
El guarimbero (manifestante) portaba una pancarta escrita a mano. Decía: ¿Sabías qué? Si hiciéramos un minuto de silencio por cada venezolano asesinado en 2013 tendríamos que callar por 15 días”. Cuatro años después, el silencio debería ser atronador: hubo 28.479 asesinatos en 2016, según el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV). Muchos más que en los años anteriores, razón por la cual Venezuela pasó a ser el segundo país más violento del planeta después de El Salvador, excluyendo a aquellos en los cuales hay conflictos armados, como Siria e Irak. Sólo en la elección de la constituyente del domingo hubo más de una decena de muertos. Son parte de la estadística, como los muertos en los cuatro meses de protestas. Más de un centenar. Así como son parte de la estadística los incomprobables ocho millones y monedas de votos que obtuvo la intención de Nicolás Maduro de deshacerse de la Asamblea Nacional, dominada por la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), y de la díscola fiscal general Luisa Ortega Díaz, ahora en las antípodas del chavismo. (leer más)