Política

La falla de Brasil

La suerte de Brasil nunca está echada. La de Luiz Inácio Lula da Silva tampoco. En principio, no podrá ser candidato presidencial, pero promete gastar la última bala en el Tribunal Supremo, el peldaño judicial más alto del país. Tres jueces de Porto Alegre convalidaron y aumentaron en segunda instancia la condena a prisión que le dictó el juez federal Sergio Moro. La primera en la historia contra un ex presidente por cargos de corrupción y de lavado de dinero. ¿Las elecciones sin Lula son un fraude, como martilla el Partido de los Trabajadores (PT)? ¿O las elecciones sin Lula, sueño del presidente Michel Temer, son otro capítulo de la novela Lava Jato? El capítulo de las presidenciales sin un favorito, excepto que el candidato ultraderechista Jair Bolsonaro capitalice la intención de voto que recoge en los sondeos. Bolsonaro expresa el fastidio y el miedo de los brasileños. El fastidio con los políticos y el miedo frente al alza de la criminalidad. Su discurso de odio contra las feministas y los artistas, así como su (leer más)

Política

“Tchau, querida”

Por Jorge Elías Seis de cada diez diputados y senadores de Brasil son objeto de investigaciones penales por sospechas de corrupción. Buena parte de ellos, enconados con las desprolijidades contables del gobierno de Dilma Rousseff, apoyan las reformas pro mercado de ajustes y privatizaciones que pretende introducir su sucesor, Michel Temer. Son los mismos que reprobaron las medidas de austeridad que alentaba el ministro Joaquim Levy, rara avis monetarista de Chicago en el seno de un gobierno de izquierda. Levy tenía una misión: recortar el gasto público, sobre todo los programas sociales. Renunció a finales de 2015, enfrentado con la entonces presidenta. La destitución de Dilma, en un contexto económico complejo por la caída global del precio del petróleo y de las materias primas con la consecuente recesión en Brasil, no escapa al escándalo de malversación de fondos en la compañía estatal Petrobras, aunque la ex presidenta sea de las pocas, entre los políticos, que no se ha enriquecido a costa de esos dineros turbios. Políticos de distinto signo y pelaje, así como empresarios, han (leer más)