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Borrar a la oposición

En vísperas de los comicios regionales y legislativos del 25 de mayo, el régimen de Venezuela apeló al mismo método que había aplicado antes y después de las fraudulentas presidenciales del 28 de julio de 2024: la detención arbitraria de opositores y activistas, muchos de ellos extranjeros, como el gendarme argentino Nahuel Gallo, preso desde diciembre de 2024. La Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela había advertido antes de las últimas elecciones que el gobierno de Nicolás Maduro debía cesar de inmediato la detención de opositores o de quienes percibe como tales, como los defensores de derechos humanos. Uno de sus miembros, Patricia Tappatá, defensora de derechos humanos con formación en ciencias sociales, dice en Cuarto de Hora, programa de CADAL TV conducido por Jorge Elías: “El gobierno viene desarrollando una política destinada a eliminar todo rastro de oposición”. Como en Nicaragua y en Cuba. Ese órgano, establecido en 2019 por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU a raíz de las violaciones de derechos humanos (leer más)

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Toda política es local

Nahuel Gallo, cabo primero de la Gendarmería Nacional Argentina, está detenido en Venezuela desde el 8 de diciembre porque, según el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de ese país, Diosdado Cabello, “venía a cumplir una misión”. Nada menos que, acaso al estilo Rambo, liberar a los seis opositores refugiados desde el 26 de marzo en la embajada argentina en Caracas, sin agua ni luz y bajo el asedio de francotiradores. Uno de ellos, Fernando Martínez Mottola, negociador del expresidente encargado Juan Guaidó, decidió volver a su casa. Insólito: tardó nueve meses en admitir sus diferencias con los otros cinco. En esa madeja, el régimen de Nicolás Maduro y el gobierno de Javier Milei confrontan en las redes sociales con acusaciones y réplicas de todo calibre. Cabello emprende la embestida desde su programa de televisión, Con el mazo dando. La ministra del Interior de Argentina, Patricia Bullrich, responde con un tono parecido al de las peleas de barrio. Para empeorar las cosas, la vicepresidenta Victoria Villarroel, enfrentada con Milei, tuiteó: «Lo que está ocurriendo (leer más)