El final ilusiona más que el comienzo
La desaceleración de la economía se traduce en disgusto político en América, con una nueva clase media que demanda gobiernos modernos, transparentes y abiertos Por Jorge Elías Contra toda regla, el final crea más expectativas que el comienzo. El final del gobierno conyugal de los Kirchner en Argentina. El final de la hegemonía fundada por Hugo Chávez y heredada por Nicolás Maduro en Venezuela. El final de la corrupción por entregas durante los gobiernos de Luiz Inacio Lula da Silva y Dilma Rousseff en Brasil. El final de la presidencia de Otto Pérez Molina en Guatemala, también salpicada por la corrupción. El final de la rutina del Partido Colorado en las alcaldías de Asunción y de otras ciudades de Paraguay. El final de la dictadura de los hermanos Castro en Cuba. Y, en cierto modo, hasta el final de la era conservadora de Stephen Harper en Canadá. El final de una tendencia marcada por la permanencia en el poder en desmedro de la alternancia coincide, a su vez, con el final de un ciclo (leer más)