Nosotros y los otros
El sufijo ismo, elegido la palabra del año por el diccionario Merriam-Webster, refiere términos asociados con fenómenos políticos no siempre simpáticos, como populismo Por Jorge Elías En apariencia, la académica francesa Chantal Delsol dispara a quemarropa contra el populismo en su libro Populismos, una defensa de lo indefendible (Ariel, 2015): “Es, en primer lugar, un insulto” porque representa a “partidos o movimientos políticos que se considera que están compuestos por gente idiota, imbécil o incluso tarada”. Luego desgrana el resentimiento de los primeros tiranos griegos, hijos de esclavos, carniceros, alfareros y arrieros. Y páginas después justifica el odio que suscita el populismo entre “nosotros y los otros”, así como la provocación y la mala educación al soltar a gritos aquello que, según ella, muchos piensan y callan. El populismo, sea de derecha o de izquierda, nace del rencor. O, en palabras de Delsol en plan de defenderlo, “de la constante estigmatización, que no es más que el claro ejemplo de la pervivencia de una lucha de clases y de la enfermedad de una democracia que, (leer más)