Política

Entre un extremo y el otro

Dice el diccionario de la Real Academia Española (RAE) sobre el significado de la palabra autocracia: “Forma de gobierno en la cual la voluntad de una sola persona es la suprema ley”. Sinómino de Cuba, Venezuela, Nicaragua, El Salvador y siguen las firmas en una región, América Latina y el Caribe, en la que regímenes diversos con credenciales democráticas dudosas amagan con defender la multipolaridad, al mejor estilo de Rusia y de China, en desmedro de la unipolaridad, espejo del predominio de Estados Unidos. Entre un extremo y el otro, la tribuna, polarizada, no admite un término medio. Un discurso doméstico para amansar a las fieras, las antiimperialistas, y otro externo para acallar a los acreedores, los imperialistas, en un siglo, el XXI, en el cual izquierdas y derechas confluyen en una maraña de negocios despojados de ideologías. Sonaba mejor hace un ratito, no más, la pertenencia a la izquierda, sinónimo de resistencia y de rebeldía, que a la derecha, emparentada con el nefasto legado de las dictaduras militares y, últimamente, con los gobiernos autocráticos (leer más)

Otras voces

Los orígenes de la globalización

“Después de Europa, la globalización es el nuevo chivo expiatorio de todos los males franceses”. Este título de un artículo publicado en la web de Atlantico resume una de las ideas de moda en estos tiempos de profunda crisis de nuestro marco político y social. La forma misma de nuestras organizaciones políticas, basadas en la “nación”, su configuración política en el Estado, su territorio y la solidaridad que une a sus habitantes, podría verse arrasada por la fuerza de los flujos globales que la asedian. Pero esta globalización que criticamos, que desdibujaría fronteras e identidades, que arruinaría la solidaridad y el arraigo locales al permitir la circulación de bienes, personas, capital e ideas en todas direcciones, ¿es una realidad tan reciente? Un relato de los orígenes Esta imagen del presente, que hace de la “globalización” su gran acontecimiento, siempre se basa en un relato de los orígenes bastante convergente en líneas generales. Casi siempre se señalan como punto de inflexión los años 1980-1990 por la desaparición del bloque soviético, el fuerte auge industrial y tecnológico (leer más)