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Muerte en Gaza, festejo en Jerusalén

La muerte de más de medio centenar de palestinos en Gaza marca una jornada trágica. La de la mudanza de la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén, sólo imitada por un puñado de gobiernos latinoamericanos. La marcha de los palestinos, en la víspera del Nakba (catástrofe), en recuerdo del éxodo de 1948, empañó el 70º aniversario de la independencia de Israel y, después de la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán, echa leña al fuego de la región más convulsionada del planeta, Medio Oriente. Entrevista con Marcelo Cantelmi, jefe de política internacional del diario Clarín. Además En un desafío directo a la Unión Europea, el Movimiento 5 Estrellas (M5E) y la Liga prevén formar gobierno en Italia sin salirse del euro. El programa de los dos partidos antisistema incluye, entre otros puntos, acabar “inmediatamente” con las sanciones contra Rusia, renegociar el tratado de Dublín y señalar al Parlamento Europeo como la “única institución legítima” en Bruselas. La toma de posesión de Quim Torra como nuevo presidente de la Generalitat (leer más)

Política

La discordia por Jerusalén

TEL AVIV – Cuando el general Benny Gantz, supo que Donald Trump iba a trasladar la embajada de su país de Tel Aviv a Jerusalén no se sorprendió. “No necesito que el presidente de Estados Unidos me diga cuál es la capital de Israel”, dice Gantz, jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas de Defensa de Israel entre 2011 y 2015. La iniciativa, sólo imitada por Guatemala, dio aire al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, golpeado por cargos de corrupción. También levantó ampollas entre los palestinos. Casi veinte muertos y un tendal de heridos por fuego israelí dejó el último viernes de marzo la Gran Marcha del Retorno, iniciada en la Franja de Gaza. Fue el primer día del mes y medio de protestas. La cuenta regresiva hacia la fecha del traslado de la embajada de Estados Unidos al actual consulado en el barrio de Arnona, de Jerusalén. El 14 de mayo coincide con el 70ª aniversario de la fundación de Israel y con la víspera del Nakba, nombre que significa catástrofe y que (leer más)

Política

Tiempos violentos

El atentado terrorista en Túnez delata la intención de los fundamentalistas de hacer descarrilar el proceso de democratización posterior a la Primavera Árabe La masacre terrorista en el museo tunecino del Bardo puso de nuevo en evidencia la fragilidad de los sistemas de seguridad. En este caso, los del único país del norte de África en el cual, durante la Primavera Árabe, prosperó la democracia tras la caída de una dictadura. El asesinato de una veintena de turistas a tiro de piedra de Europa ha sido reivindicado por el Estado Islámico (EI). Fue el atentado más grave desde la revolución de 2011. Tuvo un blanco preciso: el turismo extranjero, principal fuente de ingresos del país. Pone cuesta arriba la gestión del primer ministro Habib Essid, elegido en febrero de 2015 por la Asamblea de Representantes del Pueblo. Menos trascendencia adquirió casi a la misma hora la matanza de más de 150 personas en Saná, capital de Yemen, tras brutales ataques del grupo sunita EI contra mezquitas chiitas. Poca gente va de vacaciones a ese país. (leer más)

Política

Tercera Guerra, primera parte

Cuando cayó el Muro de Berlín afloró una pregunta: “What’s left?”. Traducido: “¿Qué queda?”, “¿qué es izquierda?” o, fusionado, “¿qué queda de la izquierda?”. Veinticinco años después, aflora la misma pregunta para la Primavera árabe, iniciada en Túnez y diseminada en otros países en 2011: ¿qué queda de aquellas protestas laicas y políticas, no religiosas, que apuntaban al establecimiento de democracias, con alternancia en el poder e instituciones capaces de mediar entre el legado oprobioso de las dictaduras y las monarquías y los dictados radicales del Islam? En Túnez, Egipto y Libia cayeron los dictadores vitalicios, antes apañados por los gobiernos occidentales. En Siria estalló la guerra civil. En Irak, los milicianos del Estado Islámico (EI) garabatean ahora en las fachadas de las casas de los cristianos la decimocuarta letra del alfabeto árabe, nun (ن). Es la inicial de nasrani (nazareno). Los nazarenos, devotos de Jesús de Nazaret, son presas del pánico frente a la limpieza religiosa, pariente de la étnica, que ha emprendido el grupo sunita, separado de Al-Qaeda. Los moradores de las casas (leer más)

Política

Vencer no es convencer

Como ocurrió otras veces, el  Estado Islámico utiliza a la religión como excusa para imponer su califato en Irak, Siria y, de ser posible, otros países, mientras persigue y masacra a aquellos que considera infieles En las fachadas de las casas de los cristianos de Irak, los fanáticos del Estado Islámico (EI) garabatean la decimocuarta letra del abecedario árabe, nun (ن). Parece una carita sonriente con un solo ojo. Es la inicial de la palabra nasrani (nazareno). Los llaman nazarenos (nasara, plural de nasrani) por su fe en Jesús de Nazaret. Son presas del pánico frente a la limpieza religiosa, pariente de la étnica, que emprende el grupo sunita. Los moradores de las casas, sujetos a la sharia (ley islámica), deben convertirse al islam o, en el mejor de los casos, huir para no ser decapitados, crucificados o fusilados; las mujeres corren el riesgo de ser violadas o humilladas. La religión vuelve a ser motivo de conflicto. En realidad, pocas veces ha dejado de serlo. El discurso político siempre procuró nutrirse de inspiración divina y (leer más)

Política

A sangre fría

La decapitación frente a la cámara del periodista James Foley, secuestrado en noviembre de 2012 en Siria, refleja la cruzada cruel y demencial del Estado Islámico en el afán de imponer su ley medieval Lo decapitaron. No ha de haber peor acto de cobardía que obligar a un condenado a muerte a recitar una arenga política, por la represalia de los Estados Unidos contra el Estado Islámico (EI) en Irak, antes de ser ejecutado. Estaba arrodillado en el desierto, con las manos atadas en la espalda y un micrófono colgado en el uniforme naranja, como el de los presos de Guantánamo. Su verdugo, de acento británico, sostenía el cuchillo con la mano izquierda. Era el final del periodista norteamericano James Foley, corresponsal de GlobalPost, de Boston, y de la agencia de noticias France Presse (AFP). Lo habían secuestrado el 22 de noviembre de 2012 en el norte de Siria. Era, más allá de su nacionalidad, su credo y su profesión, un ser humano. La cruel ejecución de Foley, divulgada sin remordimiento en un video espeluznante (leer más)

Política

Heridas de guerra

La Franja de Gaza se ha cobrado víctimas más allá de sus estrechas fronteras, empezando por el gobierno de Israel La guerra en la Franja de Gaza se cobró su primera víctima política en Londres. Renunció la secretaria de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores británico, Sayeeda Warsi, incómoda con el proceder “moralmente indefendible” del primer ministro David Cameron frente a la aberrante escalada de muertes y destrucción. “Me horroriza que el gobierno continúe permitiendo que se vendan armas a Israel”, se lamentó. La baronesa Warsi, ex presidenta del oficialista Partido Conservador, también ocupa el cargo de secretaria de Estado de Fe y Comunidades en el Ministerio de Comunidades y Entes Locales. Otro tanto ocurrió en el gobierno de Israel. En medio de la guerra, el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, de extrema derecha, le recriminó al primer ministro Benjamin Netanyahu: «Prometiste mano dura contra Hamas y no has cumplido». Decidió cortarse solo y debilitar al oficialista Likud. Yigal Palmor, vocero de Netanyahu, un moderado en comparación con Lieberman, había tildado a Brasil de “enano (leer más)

Política

Daños colaterales

Los conflictos armados, las persecuciones y la violencia generalizada no sólo arrojan pavorosas cifras de muertos y heridos, sino, también, una preocupante legión de desplazados y refugiados En 2013, seis millones de personas debieron alejarse de sus hogares como consecuencia de los conflictos, las persecuciones y la violencia generalizada, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). A comienzos de 2014, 50 millones se encontraban en esa ingrata situación. El aumento se debió a la intensificación de la guerra civil en Siria y los conflictos en Sudán del Sur y la República Centroafricana. Se suman ahora otros miles de víctimas en la Franja de Gaza, Ucrania, Irak y Libia. El número de desplazados y refugiados iguala o supera al de la Segunda Guerra Mundial, basado en estimaciones. La diáspora crece. Los desplazados, 33,3 millones, permanecen en sus países; los refugiados, 16,7 millones, huyen al exterior y, por miedo, arraigo u otras razones, no regresan. En ambos casos dejan detrás sus casas, sus trabajos, sus estudios y sus afectos, así como una (leer más)

Política

Y tiro porque me toca

La enorme desproporción entre las víctimas de Israel y Gaza durante la Operación Margen Protector guarda relación con la efectividad militar de un lado y la densidad poblacional del otro Esta vez, un muchacho palestino fue baleado en aparente represalia por el secuestro y el asesinato de tres adolescentes israelíes en Cisjordania. El atroz crimen de los muchachos judíos pudo haber sido cometido por el clan Qawasmeh de Hebrón, especialista en arruinar ceses de fuego. Sin evaluarlo, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, culpó al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), gobernante en la Franja de Gaza, y puso en marcha la demoledora Operación Margen Protector, a cargo de las implacables Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Rara vez varía esta dinámica: unos prometen erradicar al terrorismo y los otros juran resistencia. Hubo otras operaciones de este tipo que también tuvieron nombres de fantasía, como Lluvia de Verano, Plomo Fundido y Pilar Defensivo. Siempre ha prevalecido la superioridad militar de Israel sobre la densidad poblacional de la lonja dominada por Hamas. En 360 kilómetros cuadrados (leer más)