Política

El último viaje de Fidel

Por Jorge Elías En la provincia de Córdoba, Argentina, donde pasó su infancia el Che Guevara, comenzó a declinar la salud de Fidel Castro, fallecido el 25 de noviembre de 2016 a los 90 años de edad. Estaba pálido, con la tez casi grisácea y el rostro desencajado. En un momento, apenas arribó, se salió de las casillas por la pregunta de un periodista sobre un caso que preocupaba al gobierno de Néstor Kirchner: la situación de la médica Hilda Molina, privada de salir de Cuba y de conocer a sus nietos en Buenos Aires. A finales de julio de 2006, la delegación del mando en su hermano Raúl rubricó el desenlace. Desde entonces murió en el ideario popular quizá tantas veces como en los más de 600 intentos de asesinato atribuidos a la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Aquel viaje, como invitado especial de la Cumbre del Mercosur, selló el comienzo de su ocaso. Castro, mimado por los gobiernos de Kirchner y de Eduardo Duhalde después de haber cruzado espadas en público con Carlos (leer más)

Cultura

Adivina quién viene a cenar

¿Cuáles son los platos favoritos de los presidentes de acá, de allá y, también, del más allá? Como escribió el filósofo español Javier Goma Lanzón, “lo único verdaderamente importante de la vida de los políticos es su vida privada”. Y si de intimidades se trata, las comidas favoritas revelan no sólo sus gustos, sino, también, sus temperamentos. En 2010, Barack Obama compartió hamburguesas con su entonces par de Rusia, Dmitri Medvedev, encantado de saltearse el protocolo en Ray’s Hell Burger, de Arlington, Virginia, cerca de Washington. Pudo ser una excepción si Obama no hubiera celebrado poco después su cumpleaños, el número 50, con ese exquisito manjar, rico en colesterol, en el restaurante de comidas rápidas Good Stuff, vecino del Capitolio. La pasión del presidente de los Estados Unidos por la comida chatarra o basura, abrazada con inocultable deleite por Bill Clinton con sus correspondientes raciones de papas fritas, contrasta con el empeño de Michelle Obama en corregir los pésimos hábitos alimentarios de los norteamericanos, traumatizados por el sobrepeso de las dos terceras partes de su (leer más)