Política

Dos por uno en Venezuela

Flanqueado por sus pares de Cuba y Nicaragua, Nicolás Maduro se proclamó presidente de Venezuela para un tercer período a pesar de estar flojo de legitimidad y de papeles. A la toma de posesión solo asistieron Miguel Díaz-Canel y Daniel Ortega, déspotas en cuyos espejos puede verse reflejado. Eso ocurrió un día después de la confusa detención y liberación de la dirigente opositora María Corina Machado, parodiada por el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, a raíz del video que supuestamente le hicieron grabar en los 20 minutos durante los cuales se desconocía su paradero. Machado había encabezado un acto multitudinario en Caracas después de haber vivido 133 días en la clandestinidad. Iba en una moto. De regreso a su refugio. El conductor resultó herido de bala. Cabello se burló de la situación en su programa de televisión, Con el mazo dando: «La Sayona (personaje de leyenda que castiga a los hombres infieles) juega a que la están persiguiendo. Por cierto, ¿si ven un bolso azul por ahí, me avisan?”. En el (leer más)

Actualidad

Toda política es local

Nahuel Gallo, cabo primero de la Gendarmería Nacional Argentina, está detenido en Venezuela desde el 8 de diciembre porque, según el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de ese país, Diosdado Cabello, “venía a cumplir una misión”. Nada menos que, acaso al estilo Rambo, liberar a los seis opositores refugiados desde el 26 de marzo en la embajada argentina en Caracas, sin agua ni luz y bajo el asedio de francotiradores. Uno de ellos, Fernando Martínez Mottola, negociador del expresidente encargado Juan Guaidó, decidió volver a su casa. Insólito: tardó nueve meses en admitir sus diferencias con los otros cinco. En esa madeja, el régimen de Nicolás Maduro y el gobierno de Javier Milei confrontan en las redes sociales con acusaciones y réplicas de todo calibre. Cabello emprende la embestida desde su programa de televisión, Con el mazo dando. La ministra del Interior de Argentina, Patricia Bullrich, responde con un tono parecido al de las peleas de barrio. Para empeorar las cosas, la vicepresidenta Victoria Villarroel, enfrentada con Milei, tuiteó: «Lo que está ocurriendo (leer más)

Videos

El parteaguas de la izquierda

Transcurridas dos semanas largas de las presidenciales de Venezuela, el régimen de Nicolás Maduro insiste en adjudicarse la victoria sin demostrarlo. En fino castellano, sin exhibir las actas que, en poder de la oposición, le atribuyen el triunfo a su candidato, Edmundo González Urrutia. El virtual fraude, consumado por medio de los tres poderes del Estado, fue confirmado, entre otros, por el Centro Carter, testigo presencial de comicios que no se adecuaron “a parámetros y estándares internacionales de integridad electoral” y que, por tanto, “no pueden considerarse democráticos”. Dice Juan Antonio Blanco, historiador cubano, exdiplomático, experto de negociación de conflictos y presidente del laboratorio de ideas Cuba Siglo 21, en el programa Cuarto de Hora, programa de CADAL TV., que “la situación en Venezuela es un parteaguas en la izquierda de América Latina”. Fascismo, redes sociales, organizaciones no gubernamentales, odio: la Asamblea Nacional de Venezuela, controlada por el régimen, ha allanado con esas excusas el camino para la aprobación de leyes que apuntarían a incriminar a la oposición. Maduro fue proclamado con el 52% de (leer más)

Política

La única guarida de Maduro

La farsa electoral venezolana se pareció a la nicaragüense. Ambos regímenes son primos ideológicos hermanos. La diferencia radica en los tiempos y las formas de cada uno. El régimen de Venezuela amenaza a la líder opositora proscripta, María Corina Machado, y al candidato presidencial, Edmundo González Urrutia, con encarcelarlos por “acciones terroristas” y otros dislates después de los comicios del 28 de julio. En Nicaragua, Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, más expeditivos y descarados, enviaron a prisión a todos los opositores antes de las elecciones del 7 de noviembre de 2021. Tiempos y formas. Uno, el coloso petrolero, maquilló los comicios como si hubieran sido un ejercicio destinado a revalidar la tiranía, más allá de la falta de evidencias del resultado real. El otro, sin nada de particular en el concierto internacional, hizo y deshizo a su antojo, al margen del estupor de propios y extraños por la ausencia de libertades, la violación de los derechos humanos y la censura. La casa matriz, Cuba, bendijo el esperpento revolucionario de supuesta izquierda (leer más)