Política

El divorcio catalán

De ser por la ley, Cataluña debió cerrar su herida tras la aplicación por primera vez en la historia del artículo 155 de la Constitución de España. No sólo no la cerró. La abrió aún más. El resultado de las elecciones extraordinarias del 21 de diciembre refleja la fisura entre los que anhelan la secesión y los que la rechazan. La solución no es jurídica, como supuso el gobierno de Mariano Rajoy, sino política. El factor ausente durante el procés (proceso independentista), más allá de la avalancha de votos que recibió Inés Arrimadas, la candidata por Ciudadanos, aunque no pueda formar gobierno. Un signo del declive de los partidos tradicionales, el Popular (PP) y el de los Socialistas de Cataluña (PSC). Un signo, también, de la vitalidad de los independentistas. Durante la transición, la Diputación permanente del Parlament ha resuelto presentar un recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional contra la aplicación del artículo 155, que derivó en la destitución de Carles Puigdemont y de los suyos. La votación en el máximo órgano gubernamental de (leer más)

Economía

Rusia vende armas y adquiere liderazgo

Pocos después de recibir a Donald Trump en Riad, el rey Salmán estuvo con Vladimir Putin en Moscú. Fue una visita histórica: nunca antes un monarca saudita había ido a Rusia. Los contactos rindieron sus frutos, más allá de las diferencias políticas. En una misma semana, Arabia Saudita les compró a Estados Unidos el escudo de derribo de misiles Thaad (siglas en inglés de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud) y a Rusia un poderoso sistema de misiles antiaéreos. En ambos casos alegó como amenaza el programa balístico de su archienemigo Irán. Estados Unidos, a su vez, le vendió aviones de combate a Qatar, sancionado por Arabia Saudita. El pragmatismo en un mercado tan sensible o insensible como el de las armas traza vías que, en algún punto, se bifurcan. La política va por un lado y los negocios van por el otro. La operación de Estados Unidos con Qatar, valuada en 12.000 millones de dólares, contaba desde 2016 con la aprobación del Capitolio. En el momento de la firma desentonó con el aliento (leer más)

Economía

Moscú, capital de Venezuela

Sobre la hora, tras ser declarada en default parcial por no haber pagado dos vencimientos de intereses de su deuda soberana, Venezuela arribó a un acuerdo con Rusia, uno de sus principales acreedores. El acuerdo consiste en reestructurar un crédito de 3.150 millones de dólares que Rusia le había otorgado en 2011 para la compra de armas rusas. De ese modo, mientras la población venezolana sigue sometida a la falta de alimentos y de medicinas y la Unión Europa resuelve un embargo de armas contra Venezuela, entre otras medidas restrictivas, Nicolás Maduro ha ganado con el guiño diplomático de China su bien más preciado: tiempo. La deuda de Venezuela, acuciada por la caída del precio del petróleo desde 2014, ronda los 150.000 millones de dólares. Sus obligaciones con Rusia incluyen los 6.000 millones de dólares que le pagó la petrolera rusa Rosneft a Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Nada extraño si Rosneft, ancla de la política exterior de Vladimir Putin con inversiones en Cuba, China, Egipto y Vietnam, no hubiera adquirido en 2016 el 49,9 por (leer más)

Política

Juego de tronos, capítulo Arabia Saudita

Medio Oriente ha sido bendecido por los mayores yacimientos del mundo, pero, a su vez, ha sido carcomido por las disputas domésticas y por la injerencia extranjera. Desde el acuerdo Sykes-Picot de 1916, cuando los británicos y los franceses se repartieron la región, las tiranteces llevaron a disimular las guerras y los conflictos por los recursos bajo el manto de la política o de la religión. Los países ricos en petróleo y gas, expuestos a la volatilidad de los precios en el mercado internacional, padecen una maldición. La maldición de los recursos, como ocurre en Arabia Saudita. Sus ciudadanos, por regla general, soportan la desigualdad por el descuido de otros factores productivos. En los últimos seis años, sobre todo después de la Primavera Árabe, la región tuvo dos caras. La de la violencia y la frustración, por un lado, y la de la globalización y la ostentación, por el otro. Dos caras y dos velocidades, con países sumidos en conflictos, como Siria, Irak y Libia, y países encaramados en las grandes ligas, como Arabia Saudita, (leer más)

Política

Demócratas y republicanos tienen un problema: Trump

WASHINGTON – Como casi todos los demócratas, Dan Restrepo no simpatiza con Donald Trump. Lo sufre. El ex asistente especial del presidente Barack Obama y director para asuntos del hemisferio occidental del Consejo de Seguridad Nacional está preocupado por la crispación social que reina en Estados Unidos. ¿Es culpa de Trump? “No es la causa, sino el síntoma”, confiesa en la sala de reuniones del Center for American Progress, donde trabaja. “Es el síntoma de varios procesos que hemos vivido en los últimos treinta años, desencadenantes del estancamiento económico y de la crisis global de 2008”, abunda en detalles. Trump confunde el síntoma con un virus. Y lo contagia. En apenas 17 horas despotricó por Twitter contra los senadores John McCain (republicano) y Chuck Schumer (demócrata); el basquetbolista Stephen Curry (Golden State Warriors); la Liga Nacional de Fútbol Americano; el dictador norcoreano Kim Jong-un, e Irán. Eso ocurrió en un día libre. Entre el 1 de enero y el 19 de octubre de 2017 martilló 153 veces las palabras fake news (noticias falsas), según Politifact, (leer más)

Política

Al-Qaeda recicla a los yihadistas

El mayor atentado en la historia de Somalia, cometido a mediados de octubre por Al-Shabab, filial de Al-Qaeda, coincidió con la derrota del Daesh o ISIS, llamado a sí mismo Estado Islámico, en Siria. La caída de Raqqa, la capital de facto del Daesh en ese país, provocó muchas bajas y una fenomenal dispersión de yihadistas. Los sobrevivientes, impedidos de regresar a sus países de origen por temor a ser arrestados, en especial los europeos, volvieron a las fuentes. Los recibió Al-Qaeda, la organización de la cual el Daesh se divorció en 2014 para ver cumplido el sueño del califato propio. No resultó casual que Al-Qaeda mostrara músculo en el peor momento del Daesh por medio de su socio Al-Shabab, de raíz sunita con aspiración de crear un califato. En su caso, en el Cuerno de África. La muerte de más de 350 personas en Mogadiscio, la capital de Somalia, como consecuencia de la detonación de bombas ocultas en camiones, demostró que, más allá de las diferencias entre grupos que en el fondo no dejan (leer más)

Política

Las dos Españas

Son las dos Españas de Antonio Machado. Las del poema breve, pero locuaz, en el cual “una de las dos Españas ha de helarte el corazón”. Una España, Cataluña, la de Carles Puigdemont, dice que está decidida a hacer efectiva la Declaración Unilateral de Independencia (DUI), sancionada por el Parlamento regional y declarada ilegal por el Tribunal Constitucional, si la otra España, la de Mariano Rajoy, rechaza la oferta de diálogo e insiste en aplicar por primera vez en la historia el artículo 155 de la Constitución. El que suspende la autonomía. Esa España insiste en anteponer la ley a la política. Vencido el plazo del segundo ultimátum del gobierno de Rajoy para que el presidente de la Generalitat confirmara si declaró la independencia o no y, en su caso, se rectifique y vuelva a la legalidad, la dinámica de tira y afloje continúa. Sólo una convocatoria a elecciones autonómicas anticipadas podría atemperar los ánimos, caldeados en Cataluña por la detención de los líderes de la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural. Los dos Jordis, (leer más)

Política

Cataluña tensa la cuerda sin romperla

Dijo el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que Cataluña se ha ganado el derecho de ser un Estado independiente en forma de república. También propuso, en el pleno del Parlamento catalán, que la decisión quedara en suspenso durante unas semanas, de modo de promover el diálogo o, en realidad, de lograr una mediación. Frente a la ambigüedad, el presidente del gobierno de España, Mariano Rajoy, puso en duda si, después de haber convalidado el resultado del referéndum ilegal del 1 de octubre, Puigdemont había declarado la independencia. De haberlo hecho, le cabrían cargos por sedición y, para Cataluña, la suspensión de su autonomía. En esas aguas encrespadas se bambolea el barco de la secesión tras el referéndum que, “a porrazos”, intentaron detener la Policía Nacional y la Guardia Civil. Votó en forma irregular la tercera parte de la ciudadanía catalana. En su comparecencia, Puigdemont recordó que había solicitado permiso 18 veces para celebrarlo, como ocurrió en Escocia con la aprobación del Reino Unido. Sus rodeos no sólo confundieron a Rajoy. También provocaron decepción en (leer más)

Política

Argentina está de moda en Washington

WASHINGTON – Durante la guerra contra Irak, el gobierno de George W. Bush contrató a Charlotte Beers, ex presidenta de agencias de publicidad top de la avenida Madison, de Nueva York. La premisa era mejorar la imagen externa de Estados Unidos. Colin Powell, secretario de Estado, estaba entusiasmado con ella. “Me ha convencido de comprar el arroz Uncle Ben’s”, bromeaba. Si había podido persuadirlo de elegir una marca de arroz, también iba a hacerlo con los extranjeros que desconfiaran de su país. Beers fracasó en su primer intento, en El Cairo. “La brecha entre quiénes somos, cómo queremos que nos vean y cómo somos vistos es terriblemente grande”, concluyó Powell después de aceptarle la renuncia. Con Argentina ocurre algo parecido. La vuelta al mundo en un año y medio, después de 12 años de cerrazón con los países centrales, impone el desafío de plantearnos quiénes somos, cómo queremos que nos vean y cómo somos vistos. Se trata, en lo inmediato, de “captar las inversiones que aún no se han hecho”, dice el director ejecutivo de (leer más)

Política

Trump atiza el fuego en su propia tropa

WASHINGTON. – Donald Trump es el primer presidente de Estados Unidos que no ha presentado su declaración de impuestos en tiempo y forma. Se jacta de ello, como si viviera al margen de la ley, así como de los beneficios que obtiene con su apellido en la marquesina del hotel que inauguró poco antes de las elecciones de 2016 sobre la misma avenida de la Casa Blanca: Pensilvania. El hotel, a cinco cuadras del Despacho Oval, se ha convertido en el polo de atracción de republicanos, demócratas y lobbistas. No sólo de ellos, en realidad, sino también de mandatarios, funcionarios y diplomáticos extranjeros. Eso entraña un dilema: ¿puede el presidente recibir pagos de otros gobiernos? No, en principio. Los abogados de Trump dicen que son legales mientras fiscales y grupos civiles insisten en denunciar la presunta incompatibilidad. Trump no acusa recibo. Ya anunció el eslogan para su reelección en 2020. De “Make America great again (Hagamos que Estados Unidos sea grande otra vez)” pasará a ser “Keep America great (Mantengamos grande a Estados Unidos)”. Antes, (leer más)

Política

Corea del Norte aprovecha las diferencias ajenas

De ser por Donald Trump, el pleito con Corea del Norte debería zanjarse con “furia y fuego”. La declaración de guerra, lanzada antes del último ensayo nuclear de Kim Jong-un, se tradujo en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en un proyecto con el cual pretendía provocar el colapso del país más hermético del planeta. Lo descafeinaron China y Rusia. La resolución aprobada finalmente prevé limitarle las importaciones de petróleo, prohibirle la exportación de productos textiles y castigar a las empresas navieras que le lleven insumos para misiles o armas. Son sanciones más dóciles que las impulsadas por Trump. Kim no se salió con la suya, pero, a pesar de ser el más débil en un conflicto que también involucra a Corea del Sur y Japón, aprovechó el padrinazgo histórico de China y las diferencias de Vladimir Putin con Trump para atenuar el impacto de la multa por sus pruebas nucleares. La más reciente, el 3 de septiembre, desencadenó un terremoto que traspuso sus fronteras e hizo sonar las (leer más)

Sociedad

El sueño americano es de toma y DACA

Más de la mitad de los ciudadanos de Estados Unidos discrepa con la controvertida decisión de Donald Trump de revocar el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, sus siglas en inglés). Lo reflejan las encuestas de Politico, The Hill y Rasmussen, entre otras. Esto significa que esa porción de la población, que en algún caso trepa hasta un 78 por ciento, no cree que la deportación masiva de casi 800.000 jóvenes inmigrantes que arribaron al país sin la documentación requerida sea la vía adecuada para mejorar sus vidas ni para crear empleos, sino otro capítulo del llamado desmantelamiento ordenado del legado de Barack Obama. La protección para los dreamers (soñadores) tiene fecha de vencimiento. Será el 5 de marzo de 2018. El estatus legal de algunos de ellos expirará antes, el 5 de octubre. Trump dejó la pelota en la cúpula del Congreso, donde republicanos y demócratas no pudieron ponerse de acuerdo. Esa fue la razón por la cual Obama dictó la orden ejecutiva del DACA en 2012. Como ocurrió con (leer más)

Sociedad

Trump, en el ojo del huracán

Doce años después del huracán Katrina, causante de 1.833 muertes y enormes daños en Nueva Orleans, Harvey ha sacudido a un mundo que le teme con igual intensidad al ISIS y al cambio climático. Lo dice el Pew Research Center. La divulgación de su estudio, a comienzos de agosto, precedió a los atentados terroristas en Cataluña y al desastre en el sur de Estados Unidos. Más relegados quedaron, entre las preocupaciones de los consultados en 38 países, los ciberataques, así como la suerte de los refugiados de países en conflicto, como Siria e Irak, y el poder y la influencia de Estados Unidos, Rusia y China. En ese orden. El calentamiento global no engendró el huracán Harvey, convertido en una de las peores tormentas de la historia de Estados Unidos. No lo engendró, pero su impacto no habría sido tan devastador de no haber aumentado la temperatura del planeta. Donald Trump estuvo en Texas. Vio la magnitud del desastre. La vio y la tuiteó: “Quiero que lo hagamos mejor que nunca. Quiero que esto se (leer más)

Política

Las dos caras del terrorismo

En 2015, un racista blanco asesinó a nueve afroamericanos en Estados Unidos. Asistían a un servicio en la Iglesia Africana Metodista Episcopal de Charleston, Carolina del Sur. La matanza a tiros disparó un debate: ¿fue un acto terrorista o un crimen de odio? De haber sido un musulmán, como el conductor de la furgoneta que arrolló a decenas de personas en Barcelona, habría sido tildado de terrorista. Por haber sido un defensor de la supremacía blanca le cupo el mote de criminal, como al racista que lanzó su coche contra la multitud que exigía retirar la estatua del general esclavista Robert Lee en Charlottesville, Virginia, el 12 de agosto. ¿Por qué el gobierno de España acusó de inmediato el impacto del terrorismo, a tono con la seguidilla de atentados en Europa, y el de Estados Unidos, más allá de las cavilaciones de Donald Trump con los supremacistas blancos, los neonazis y el Ku Klux Klan, repudió un crimen? La Organización de las Naciones Unidas (ONU) adeuda desde sus orígenes una definición del terrorismo. Después de (leer más)

Política

Yihad de bajo costo y alto impacto

Dejó dicho Abu Muhammad al Adnani: “Si no tienen balas o explosivos, tomen una piedra y pártanles la cabeza. O bien mátenlos con un cuchillo. O atropéllenlos con un coche. Arrójenlos desde lo alto de un edificio. O estrangúlenlos con las manos. Usen veneno”. Era el vocero del Daesh, ISIS o Estado Islámico. Murió en Alepo, Siria, en agosto de 2016, durante un bombardeo. La recomendación de Adnani, difundida por los órganos de propaganda de la yihad, caló hondo en los terroristas que lanzaron vehículos contra peatones en Barcelona, Niza, Estocolmo, Berlín, París y Londres. En total ocho atentados, tres de ellos en la capital británica, en 13 meses. El manual de instrucciones de terrorismo barato y de alto impacto, publicado en la revista Dabiq (ahora se llama Rumiyah), resultó ser premonitorio frente a la inminente derrota del Daesh en Siria e Irak. La tenía prevista Adnani, comparado en Alemania con el ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels: “Oh, América, ¿consideran una derrota para nosotros haber perdido territorio? ¿Creen que nos ganarán si recuperan Raqqa, (leer más)