Actualidad

La guerra del alambre de púas

Texas sabe de guerras. Libró la crucial contra México entre 1835 y 1836 tras la cual declaró su independencia. Su actual gobernador, Greg Abbott, republicano, no solo apunta contra México, sino también contra el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, demócrata. No está solo: 25 de los 50 Estados, todos en manos republicanas, respaldaron su decisión de neutralizar la inmigración ilegal. ¿Cómo? Abbott ordenó a la Guardia Nacional de Texas que aislara a la Patrulla Fronteriza en un parque municipal a orillas del río Bravo, la frontera fluvial entre Estados Unidos y México. Fuerzas estatales contra federales. Una pugna entre poderes. Algo no visto desde la Guerra Civil, así como el otro frente de batalla: el Capitolio. La mayoría republicana del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes dio luz verde para un virtual juicio político contra el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, exfiscal federal, por negarse “intencional y sistemáticamente” a aplicar las leyes de inmigración. Una rareza: sería el primer impeachment contra un funcionario, no contra el presidente como suele suceder, (leer más)

Política

Los muchachos trumpistas

Menudo berrinche montó Donald Trump, obstinado en no concederle la victoria a Joe Biden y en insistir en las denuncias de fraude en las elecciones. La purga en la Casa Blanca empezó con el jefe del Pentágono, Mark Esper, fired (despedido) por no haber enviado tropas para contener los disturbios contra la brutalidad policial tras el asesinado de George Floyd, y continuó con el director de la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad, Christopher Krebs, en el cadalso por haber opinado que las elecciones resultaron ser “las más seguras en la historia de Estados Unidos«. El zafarrancho incluyó la reducción de las fuerzas militares de 4.500 a 2.500 en Afganistán y de 3.000 a 2.500 en Irak a pesar de los reparos de los militares. Una desescalada a la cual se oponía el exsecretario Esper, de modo de preservar la seguridad en ambos países tras las guerras que declaró George W. Bush en respuesta a la voladura de las Torres Gemelas. Si el lema en Argentina era “ni yanquis ni marxistas, peronistas”, en Estados (leer más)