Sociedad

En Brasil de eso no se habla

Dilma Rousseff y Marina Silva, a pesar de su condición femenina, rehúyen debatir temas tan sensibles como el aborto y la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo En Brasil está prohibido el topless. Más que prohibido, prohibidísimo. En la playa de la garota de Ipanema, así como en las de Buzios, Florianópolis y otras también conocidas, la mera exhibición del torso desnudo puede costarles a las mujeres una multa por “gesto obsceno” y, según una ley de la década del cuarenta nunca derogada, una pena de entre tres meses y un año de prisión. Es un “atentado al pudor”. En los carnavales, curiosamente, van por el Sambódromo del  Marquês de Sapucaí como Dios las trajo al mundo. Corresponde. El desparpajo es parte de la fiesta, quizá la más famosa del planeta. ¿Quién entiende el recato, por un lado, y la desenvoltura, por el otro? Van de la mano. El 75 por ciento de los 202 millones de brasileños profesa la fe católica. Es el país con la mayor cantidad de católicos del mundo, (leer más)

Cultura

En son de paz

Mientras el grupo radical Estado Islámico se propone instaurar un califato regional, el Líbano quiere ser el epicentro del diálogo y de la paz Un fantasma recorre Europa, aguijonea el norte de África y perfora Asia. Es el Estado Islámico (EI), grupo radical que ha instaurado califatos en ciudades de Irak y Siria y, cual retorno al imperio que dominó parte del planeta durante casi ocho siglos, amenaza con imponer la sharia (ley islámica) en varios enclaves. De lograrlo, como en la ciudad iraquí de Mosul y la siria de Al Raqa, las mujeres deben llevar niqab (velo que les cubre todo el cuerpo, excepto los ojos) y no pueden salir a la calle si no van con un mehrem (varón de la familia).Tampoco pueden viajar con hombres o mezclarse con ellos en sitios públicos. Está prohibida la venta de alcohol y tabaco. En un temible mapa de la restauración del califato, difundido por el grupo radical EI, un manchón negro se extiende desde el Océano Atlántico hasta Asia Central. En él, España y Portugal (leer más)

Política

Y tiro porque me toca

La enorme desproporción entre las víctimas de Israel y Gaza durante la Operación Margen Protector guarda relación con la efectividad militar de un lado y la densidad poblacional del otro Esta vez, un muchacho palestino fue baleado en aparente represalia por el secuestro y el asesinato de tres adolescentes israelíes en Cisjordania. El atroz crimen de los muchachos judíos pudo haber sido cometido por el clan Qawasmeh de Hebrón, especialista en arruinar ceses de fuego. Sin evaluarlo, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, culpó al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), gobernante en la Franja de Gaza, y puso en marcha la demoledora Operación Margen Protector, a cargo de las implacables Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Rara vez varía esta dinámica: unos prometen erradicar al terrorismo y los otros juran resistencia. Hubo otras operaciones de este tipo que también tuvieron nombres de fantasía, como Lluvia de Verano, Plomo Fundido y Pilar Defensivo. Siempre ha prevalecido la superioridad militar de Israel sobre la densidad poblacional de la lonja dominada por Hamas. En 360 kilómetros cuadrados (leer más)

Sociedad

Abierto por fútbol

Durante el Mundial, varios gobiernos intentan capitalizar el prestigio de sus seleccionados para obtener réditos extradeportivos y medir el pulso del electorado Cada cuatro años, el escritor uruguayo Eduardo Galeano cuelga en la puerta de su casa de Montevideo un curioso cartel manuscrito: “Cerrado por fútbol”. No lo quita hasta que se consagra el campeón. Es el sueño de muchos gobiernos, deseosos de tomarse un respiro de los problemas cotidianos o, en algunos casos, de medir el pulso del electorado en un momento de distracción. En ese paréntesis llamado Mundial, el planeta rueda al compás de la pelota. Casi en forma milagrosa, las diferencias políticas se esfuman hasta en los países cuyos seleccionados no se han clasificado. En 2010, el gobierno socialista de España quiso atesorarlo con un controvertido plan de reforma laboral. La Roja, marca registrada del seleccionado, iba a ser campeón mundial, pero perdió el primer partido y sembró dudas hasta el siguiente. Decía entonces The New York Times que “el ascenso a la categoría de gran potencia futbolística” bendecía el matrimonio entre (leer más)

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Política

EE.UU. dispone, Brasil propone

De ser por Barack Obama y sus aliados europeos de la OTAN, el mundo entero debía aislar a Rusia de la economía global en represalia por la anexión de Crimea. Primero, por medio de una resolución de la ONU y, después, por la decisión unánime de los miembros del G-20. En ambos casos, haciendo equilibrio sobre una cuerda delgada, Brasil tomó distancia de los Estados Unidos o, en realidad, mantuvo su independencia de criterio. Sin proponérselo, les aceitó el camino a otros gobiernos que, como el argentino, condenaron a Rusia en el Consejo de Seguridad y, tras un contacto de Vladimir Putin con Cristina Kirchner, se mantuvieron neutrales en la Asamblea General. Más allá del hecho en sí, la invasión militar de un país a otro y la legitimación de la conquista de parte de su territorio con un referéndum, el gobierno de Dilma Rousseff podía esgrimir especiales razones para sentirse más cómodo con Rusia, su socio del grupo BRICS, que con los Estados Unidos, cuya Agencia de Seguridad Nacional (NSA) espió sus comunicaciones y (leer más)

El Interin de Jorge Elías
Política

Cien años de soledad

¿Cómo repercutiría dentro de un tiempo la tendencia de una región marcada por líderes enfrentados e intereses encontrados? Era el 28 de julio de 2014, cumplía 60 años de edad y, frente a una multitud de boinas rojas en la Plaza Caracas, Hugo Chávez presenciaba una procesión fúnebre. Sonriente, con la piel tirante por la cirugía estética que había recibido como regalo de cumpleaños, sentía una íntima alegría mientras contemplaba el paso gracioso del sepulturero y, con fingido respeto, se apiadaba del llanto de las viudas al son de La Marcha Bolivariana. La interpretaba, en el fastuoso escenario protegido con vidrios blindados y coronado con una torre petrolera en cuya cúspide flameaban las banderas de Venezuela y de la Unión Latinoamericana (UL), el grupo folklórico Los Cañoneros.

Sociedad

El color de la marihuana

Antes políticamente incorrecta, la tendencia hacia la legalización pasó al primer plano después de haberse aprobado en Uruguay y en los Estados norteamericanos de Colorado y Washington Curiosamente, el tabaco provoca más rechazo que la marihuana. Después de los Estados norteamericanos Colorado y Washington, Uruguay es el primer país en legalizarla. Su presidente, José “Pepe” Mujica, se ataja: “No es para que la gente fume más”. En América latina, los narcos amenazan con dinamitar Estados. En la Argentina, Chile, Noruega, Finlandia, Suecia y China, las penas por el consumo van desde la pérdida de la libertad hasta las terapias de desintoxicación. En Italia, Suiza, Alemania, Bélgica, España y Portugal no ha aumentado el consumo tras su despenalización. Holanda ha vuelto a venderla a los extranjeros después haberlo prohibido. Sólo Corea del Norte, el país más cerrado del mundo, no considera droga a la marihuana ni al opio. ¿Qué hay detrás de la legalización de la marihuana, más allá de los reclamos de los consumidores? Verde como los dólares, la marihuana pasó a ser un gran (leer más)

Política

Como te digo una cosa te digo la otra

La coherencia no siempre es el principio que rige la política internacional, como lo demuestra ahora el debate desatado por la anexión de Crimea a Rusia De pronto, el gobierno español inició una escalada contra el británico por el contencioso de Gibraltar. En agosto de 2013, un remolcador fondeado en las inmediaciones del peñón había arrojado bloques de hormigón al mar para construir un arrecife artificial. Los bloques, con pinchos de hierro, destrozaban las redes de los pescadores españoles, aquejados por la crisis. El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García Margallo, presentó una batería de denuncias por “violación del derecho internacional en aguas españolas”, “violación del derecho de la Unión Europea y sus normas medioambientales”, “delito medioambiental” y “delito penal”.

Sociedad

El último samurái

¿Qué lleva a personas de distintos países a aislarse en la selva durante un conflicto armado y vivir como si el planeta conocido hubiera dejado de existir? Con bananas, cocos y arroz, el soldado japonés Hiroo Onoda sobrevivió en la isla Lubang, Filipinas, tres décadas después del final de la Segunda Guerra Mundial. No le avisaron que la guerra había terminado en 1945. Tras una difícil negociación, se rindió el 9 de marzo de 1974. Falleció el 16 de enero de 2014; tenía 91 años de edad. Lo habían declarado muerto en 1959. En 1972 se quedó solo por el deceso del segundo de los dos soldados que lo acompañaban; otro se había rendido en 1950. Por poco superó en eso de no aceptar la realidad al soldado japonés Teruo Nakamura, hallado en la isla indonesia de Morotai el 18 de diciembre de 1974.

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Sociedad

¿Cómo conservar un jarrón chino?

Los ex presidentes son como los jarrones chinos: bellos, valiosos y casi inútiles. Felipe González, presidente del gobierno español desde 1982 hasta 1996, suele atribuirse esa sarcástica comparación incluyéndose a sí mismo. No le falta razón. En un mundo de 7.000 millones de habitantes, apenas 194 países, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), o 204, según la lista de participantes de los Juegos Olímpicos de Londres, deben velar por el retiro de sus mandatarios, a veces venturoso, a veces no tanto. En América latina, con su renovada democracia excepto en Cuba, la alternancia no deja de ser un fenómeno novedoso y, sobre todo, saludable.

Política

El dueño de la pelota

Un grupo de muchachos palestinos recurrió al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para recuperar una pelota de fútbol que el ejército israelí se niega a devolverles Durante un partido de fútbol de barrio en la localidad palestina de Kafer Sur, distrito de Tulkarem, Amir descargó su ira con un cañonazo. Le dio a la pelota con tanta vehemencia que logró que traspusiera el muro que separa a la Ribera Occidental (Cisjordania) de Israel. Del otro lado, los soldados israelíes ignoraron los reclamos de los muchachos palestinos. No les devolvieron la pelota ni les permitieron que fueran por ella. El partido quedó en suspenso. Al menos hasta que se expida el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, al cual los dueños de la pelota le pidieron que mediara para recuperarla. La pelota está del otro lado del muro de 700 kilómetros de longitud que Israel comenzó a construir en 2002 sobre los territorios palestinos ocupados después de la guerra de 1967. Lo declaró ilegal el Tribunal Internacional de (leer más)

Sociedad

Todos contra uno

Con un contexto desfavorable por la alarmante brecha entre ricos y pobres, Obama anunció un aumento del salario mínimo para acercarse a la clase media Sancho Panza observaba en el siglo XV que en el mundo había dos linajes, “el tener y el no tener”. Seis siglos después, 85 personas tienen tanto dinero como 3.570 millones, poco más de la mitad de la humanidad. Ese uno por ciento, como supo redondearlo el movimiento de indignados norteamericanos Occupy Wall Street, supone una amenaza para el sistema político y el económico. Sólo en los Estados Unidos, ese segmento ha concentrado desde 2008, cuando estalló la crisis, el 95 por ciento del crecimiento. El problema persiste: es la desigualdad, más allá de la preocupación que provoca la pobreza. Del contexto no escapa ningún país. Menos aún los Estados Unidos, aunque hayan procurado alejarse de la responsabilidad mundial que asumieron después del derrumbe de la Unión Soviética. En ello radica la importancia de cada discurso sobre el Estado de la Unión, balance y perspectivas anuales de los presidentes norteamericanos (leer más)

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Sociedad

Los indignados de América del Sur

En junio, “o gigante acordou” (el gigante despertó). Ese lema, difundido a la velocidad de la luz por las redes sociales, llevó a miles de personas a tapizar de pancartas las principales ciudades de Brasil en protesta contra una suba de 20 centavos en el costo del transporte público, finalmente abortada. “It’s not 20 cents” (no son 20 centavos), replicaron después en inglés. Y continuaron marchando, ahora contra la corrupción política con consignas similares a las lanzadas desde 2011 por los indignados españoles, griegos y norteamericanos en medio del fulgor de la primavera árabe. Habían sido estrenadas tres años antes en la remota y convulsionada Islandia. De haber sido sólo por los 20 centavos, los brasileños más pobres habrían ganado la calle. No fueron ellos, sino los ricos y la clase media, según un revelador sondeo del Instituto Datafolha, más allá de que haya habido destrozos, saqueos, trifulcas y detenidos. En Brasil, cuya desigualdad social se ha reducido en la última década, el 10 por ciento más rico acapara el 42 por ciento de la (leer más)

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Sociedad

Espacio para la neutralidad

En la adolescencia y poco después, en la edad universitaria, es normal que uno se incline hacia un extremo ideológico y considere tibios a aquellos que optan por la neutralidad. De hacerlo súbitamente al borde de la vejez, sin haber pisado antes el terreno político, el entusiasmo puede causar estragos en las relaciones personales. Eso ha ocurrido en los últimos años en algunos países de América del Sur. El saludable retorno de la política al centro de la escena, en desmedro de la economía, ha caldeado los ánimos y ha derrapado en una absurda clasificación de los allegados entre amigos y enemigos, incluidos los parientes. No todos han adoptado esa conducta hostil, propia de adolescentes tardíos e intolerantes. El 36 por ciento de los ciudadanos de la región se ubica en el centro político y el 19 por ciento prefiere evitar las etiquetas, lo cual supone que un 55 por ciento, más de la mitad, no se identifica con la izquierda ni con la derecha a ultranza, según revela el último informe anual Latinobarómetro (20.204 (leer más)

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Sociedad

Felicidad por decreto

Tres siglos antes de Cristo, Aristóteles, discípulo de Platón y maestro de Alejandro, decía que el fin de la polis era “la felicidad de los ciudadanos” y que, para alcanzarla, podían valerse de “las distintas formas de organización política”. Tanto la Declaración de Independencia de los Estados Unidos como las constituciones de Japón, Corea del Sur y Brasil consagran el derecho a “la búsqueda de la felicidad” como una meta, no como una obligación. Es un anhelo individual, no colectivo, también contemplado en la Constitución española de 1812, llamada La Pepa, como “objeto del Gobierno”. Era un anhelo individual, en realidad. Excepto el escritor británico George Orwell con los ministerios del Amor, de la Paz, de la Abundancia y de la Verdad, plasmados en la novela 1984, ni el remoto reino budista de Bután, el único que mide la felicidad interna bruta en lugar del producto bruto interno, se ha atrevido a tanto como el gobierno de Venezuela. El presidente Nicolás Maduro ha creado el Viceministerio para la Suprema Felicidad Social del Pueblo, encargado de (leer más)