Política

Mundo en guerra

Con aliados árabes, los Estados Unidos se han propuesto destruir al Estado Islámico, facción extremista que ha cometido atrocidades al apoderarse de territorios en Siria e Irak ¿Es la Tercera Guerra Mundial “por partes”, azuzada por intereses espurios como la codicia y permitida por la indiferencia? La definió de ese modo el papa Francisco durante una visita a los cementerios de Fogliano Redipuglia, al norte de Italia. Allí yacen miles de caídos durante la Primera Guerra Mundial, de la cual se cumple un siglo. Las partes, de ser corroborada la hipótesis del Santo Padre, se engarzan con afanes extremistas, nacionalistas e imperialistas, no exentos de atrocidades, en Siria, Irak, Libia, Gaza, Afganistán, Sudán del Sur, la República Centroafricana, Mali, Somalia y Ucrania. Son diez conflictos simultáneos, anudados entre sí. Los Estados Unidos armaron ahora una coalición de treinta países para destruir al Estado Islámico (EI). Esa banda terrorista, desmarcada de Al-Qaeda, se ha apoderado de vastos territorios en Siria e Irak y ha herido las pupilas de la humanidad con las decapitaciones de dos periodistas (leer más)

Política

Escocia: no, sí, ni

Más allá del resultado negativo del referéndum por la independencia del Reino Unido, buena parte de los escoceses dejó en claro que quiere vivir aparte En 1752, Inglaterra adoptó el calendario gregoriano. El jueves 14 de septiembre vino después del miércoles 2 de septiembre. En Escocia hubo disturbios. “¡Devuélvannos nuestros once días!”, gritaban. Ingleses y escoceses, unidos desde 1707, discrepaban por el tiempo. Dos y siglos y medio después, la disputa continuaba. Esta vez, por el afán de los ingleses en adelantar los relojes una hora durante todo el año, quitando una hora de luz por la mañana y sumándola por la tarde. De nuevo estallaron los escoceses, renuentes a dejarse convencer por jugadores de cricket, propietarios de tabernas, criadores de perros y ambientalistas interesados en ganarse la hora extra. Como Estado Independiente, Escocia se consolidó en las guerras de la independencia contra los anglos entre finales de siglo XIII y comienzos del siglo XIV. La batalla que más recuerdan los escoceses, la de Bannockburn, fue en 1314, hace justo 700 años. La fecha simbólica (leer más)

Sociedad

En Brasil de eso no se habla

Dilma Rousseff y Marina Silva, a pesar de su condición femenina, rehúyen debatir temas tan sensibles como el aborto y la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo En Brasil está prohibido el topless. Más que prohibido, prohibidísimo. En la playa de la garota de Ipanema, así como en las de Buzios, Florianópolis y otras también conocidas, la mera exhibición del torso desnudo puede costarles a las mujeres una multa por “gesto obsceno” y, según una ley de la década del cuarenta nunca derogada, una pena de entre tres meses y un año de prisión. Es un “atentado al pudor”. En los carnavales, curiosamente, van por el Sambódromo del  Marquês de Sapucaí como Dios las trajo al mundo. Corresponde. El desparpajo es parte de la fiesta, quizá la más famosa del planeta. ¿Quién entiende el recato, por un lado, y la desenvoltura, por el otro? Van de la mano. El 75 por ciento de los 202 millones de brasileños profesa la fe católica. Es el país con la mayor cantidad de católicos del mundo, (leer más)

Política

Pegar donde más duele

El Estado Islámico se vale de las técnicas de comunicación más modernas para amenazar sin escrúpulos a aquellos que no acepten su demencial interpretación del islam El Estado Islámico (EI) martilla donde más duele. La espeluznante decapitación del periodista Steven Sotloff, difundida por las redes sociales con más prudencia y respeto que la de su colega James Foley, retrotrajo a los norteamericanos a 1993. Entonces, la imagen del cadáver desmembrado de un soldado arrastrado por las calles de Mogadiscio, Somalia, llevó a demócratas y republicanos a jurar que nunca más iba a comandar sus tropas “un Boutros Boutros-Ghali”, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El helicóptero de los cascos azules había sido derribado por los rebeldes del general Mohamed Farah Aidid, luego presidente. Bill Clinton ordenó la vuelta a casa de los suyos. Somalia, desahuciada por la comunidad internacional, continuó desangrándose por el integrismo, la piratería y los señores de la guerra. Aquella derrota de los Estados Unidos, comparada una y mil veces con la sufrida en Vietnam, impidió que movieran (leer más)