Sociedad

See you later, alligator

En tiempo récord, apenas ocho días, Donald Trump concretó su último gran proyecto inmobiliario. Se trata de un enorme complejo construido en una pista aérea abandonada dentro de la Reserva Nacional Big Cypress, cerca del Parque Nacional de los Everglades, en Florida. Tiene capacidad para 3.000 personas. Está rodeado de 8.500 metros de alambre de púas. Cuenta con 200 cámaras de seguridad. Lo vigilan 400 guardias. Pronto, si todo marcha según sus planes, podrá albergar a 2.000 personas más. Nada que envidiarle a Guantánamo, en Cuba, o al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), de su amigo Nayib Bukele. En los humedales que rodean el Alligator Alcatraz, construido gracias a los buenos oficios del gobernador de Florida, Ron DeSantis, caimanes de hasta cuatro metros de longitud conviven en los pantanos con serpientes, mosquitos y otras alimañas. Trump bromeó durante la inauguración: “Les vamos a enseñar cómo huir de un caimán si escapan de la prisión. No corran en línea recta. Corran así –dijo, moviendo la cadera–. ¿Y saben qué? Sus posibilidades aumentan alrededor de un uno (leer más)