
Paz a plazo fijo
Si la OTAN nació para joder a Estados Unidos, como soltó Donald Trump en su primera reunión formal de gabinete, Vladimir Putin tiene aún más méritos. En el festival de aranceles que reparte a diestra y siniestra, el presidente norteamericano amenaza a Rusia y sus socios bélicos con un 100% de aranceles adicionales si no termina la guerra contra Ucrania en 50 días y, contradictorio al fin, le promete ayuda militar a Volodomir Zelensky, después de haberlo avergonzado en el Salón Oval, vía OTAN, a la que puso entre la espada y la pared si no aumenta del 2% al 5% sus gastos de defensa. En medio de la crisis del atlantismo con la OTAN, Trump se bambolea en sus críticas contra Putin y contra Zelensky. Con uno está enfadado por no haber cesado la agresión contra Ucrania: “Mis conversaciones con él son muy agradables, y luego los misiles estallan por la noche”. Con el otro también está que arde porque le parece poco dispuesto a comprometerse en un tratado de paz. Pacto que, aclaremos, (leer más)