Política

Berlín, paredón y después

BERLÍN – Según Ralf Dahrendorf, “no puede sorprender si muchos llegan a la conclusión de que la democracia significa precios altos, desempleo elevado, bajos ingresos para la mayoría y ganancias especulativas para unos pocos. ¿Para qué ir a votar si éste es el resultado? De hecho, ¿para qué aceptar la democracia?”. Aprensivo en sus juicios, el eminente filósofo, filólogo y sociólogo alemán, nacionalizado británico, no pintó un fresco de algunos países de América latina, a veces enajenados por la polarización, sino uno de Europa del Este después de la caída del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989, y de la ulterior desintegración de la Unión Soviética. Otro 9 de noviembre, el de 1938, representa la otra cara de la moneda en Alemania. Ese día, miles de militantes nazis desataban una ola de violencia sin precedente tanto en su país como en Austria contra ciudadanos de religión judía. Las ejecuciones callejeras y la destrucción de sinagogas, viviendas y comercios eran el prólogo del Holocausto. En palabras de Dahrendorf, “la guerra es para la (leer más)

Política

Crimen en Siria y castigo en Rusia

Sin aviso, Donald Trump ordenó un ataque contra el régimen de Siria. Despachó más de medio centenar de misiles Tomahawk en represalia por el bombardeo con armas químicas que segó la vida de 86 civiles, un tercio de los cuales eran niños. La súbita intervención de los Estados Unidos en una guerra que lleva seis años, más de 320.000 muertos y 10 millones de desplazados y refugiados ha sido interpretada por el gobierno de Vladimir Putin, aliado del dictador sirio Bashar al Assad, como una «agresión a un Estado soberano». Putin, considerado el puntal de la victoria electoral de Trump en 2016, debe sopesar ahora hacía qué extremo inclinarse. La arremetida de los Estados Unidos contra Siria, bautismo de fuego de Trump, coincidió con la visita del presidente de China, Xi Jinping, a su mansión y club de golf en Florida, Mar-a-Lago. El mensaje pareció ser en estéreo. No sólo para Assad, sino también para el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un. En la víspera de la reunión de Trump con Xi, Kim disparó (leer más)

Política

El dueño de la pelota

Un grupo de muchachos palestinos recurrió al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para recuperar una pelota de fútbol que el ejército israelí se niega a devolverles Durante un partido de fútbol de barrio en la localidad palestina de Kafer Sur, distrito de Tulkarem, Amir descargó su ira con un cañonazo. Le dio a la pelota con tanta vehemencia que logró que traspusiera el muro que separa a la Ribera Occidental (Cisjordania) de Israel. Del otro lado, los soldados israelíes ignoraron los reclamos de los muchachos palestinos. No les devolvieron la pelota ni les permitieron que fueran por ella. El partido quedó en suspenso. Al menos hasta que se expida el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, al cual los dueños de la pelota le pidieron que mediara para recuperarla. La pelota está del otro lado del muro de 700 kilómetros de longitud que Israel comenzó a construir en 2002 sobre los territorios palestinos ocupados después de la guerra de 1967. Lo declaró ilegal el Tribunal Internacional de (leer más)