Política

Protestas a cuatro bandas

En Puerto Rico, las protestas por la filtración de mensajes de un grupo de Telegram con chistes sexistas y homófobos, desprecio por las víctimas del huracán María y amenazas con tono de broma contra rivales políticos provocaron la dimisión del gobernador Ricardo Rosselló. Más de mil personas fueron arrestadas en Rusia mientras emitían imágenes por YouTube en defensa del líder de la oposición, Alexei Navalny, supuestamente envenenado mientras permanecía detenido. En Sudán, el consejo militar que terminó con la dictadura de tres décadas de Omar al Bashir canceló el acceso a internet para sofocar el ardor popular. Los checos realizaron en Praga la concentración más grande desde la caída de la Cortina de Hierro. Exigían la renuncia del primer ministro, Andrej Babis, acusado de corrupción. Cerca de mil personas fueron arrestadas en Kazajistán en medio de acusaciones masivas contra Kasim-Yomart Tokáyev, elegido presidente tras un recuento de votos considerado irregular. El final de la autocracia de Bashir en Sudán coincidió con las protestas que evitaron la candidatura para un quinto mandato en Argelia de Abdelaziz (leer más)

Catalejo

Sí, querida

Por Jorge Elías Por dos razones Colón descubrió América: era soltero y no era japonés. De haber sido casado, la mujer no hubiera vacilado en preguntarle por qué no mandaban a otro, por qué iba a tardar tanto y por qué no podía acompañarlo. Le hubiera hecho el viaje imposible, convencida de que, con el absurdo pretexto de hacerle creer a su jefe que la Tierra era redonda, tramaba un ardid para emborracharse con los amigos o engañarla con esas tres locas que se hacían llamar la Pinta, la Santa María y, “¡una niña, Cristóbal! –lo hubiera increpado, desencajada–. No tienes derecho”. Antes de salir de casa, más allá del revuelo, le hubiera pedido dinero para pagar la tarjeta de crédito, y pelos y señales del hotel en el que iba a alojarse. Lo usual, digamos. De haber sido japonés, Colón hubiera tenido un problema adicional: las amas de casa niponas, responsables de la economía familiar, reciben el salario de sus maridos, a los cuales les entregan el kozukai (dinero de bolsillo para sus gastos). (leer más)