
Razones de fuerza mayor
Las elecciones de noviembre de 2004 y las bajas en la posguerra llevan a Bush a prometer más autonomía a los iraquíes Nunca ha habido una guerra buena ni una paz mala. E Irak no iba a ser la excepción. Después de más de 30 muertos como consecuencia de otro atentado suicida, esta vez contra el cuartel general de los carabinieri a oídos de George W. Bush llegaron los replanteos de gobiernos que, en su afán de mitigar la presión interna por una causa que desde sus comienzos no tuvo consenso popular, se han planteado la posibilidad de demorar el envío de tropas a las honduras de la incertidumbre en las cuales han derivado las pinceladas iniciales de una victoria segura. El aumento de la violencia excede los límites de Irak: la banda Al Qaeda se atribuyó el atentado que provocó, el domingo, 17 muertos y varios heridos en un barrio residencial de Riad, Arabia Saudita. El ataque artero contra la base italiana en Nasiriya, con el modus operandi propio de la intifada (un camión (leer más)