Política

La versión edulcorada de los talibanes

Contada en primera persona por Malala Yousafzai, la chica que sobrevivió al intento de asesinato de los talibanes en Pakistán y resultó ser la ganadora más joven de la historia del Premio Nobel de la Paz, la versión edulcorada de los nuevos patrones de Afganistán se diluye de inmediato. Malala recuerda su infancia: “Cuando los talibanes tomaron mi ciudad natal en el valle de Swat en 2007 y poco después prohibieron que las niñas recibieran educación, escondí mis libros bajo mi largo y grueso chaúl y caminé a la escuela con miedo. Cinco años después, cuando tenía 15 años, los talibanes intentaron matarme por alzar la voz sobre mi derecho a ir a la escuela”. Un derecho vedado a las mujeres por la sharía (ley islámica), así como trabajar fuera de casa y salir a la calle sin el burka y en compañía de un hombre de la familia. Malala, de 24 años, víctima del régimen talibán, recibió tres balazos en 2012. Iba en un autobús escolar. Rumbo al hospital militar en Peshawar, su padre, (leer más)

Actualidad

El embrión de otra teocracia

Pocos países adoptaron la teocracia como forma de gobierno: Irán, Mauritania, Arabia Saudita, Sudán y Yemen con la sharía (ley islámica) y el Vaticano con una monarquía cristiana encarnada en el Papa. ¿Está Afganistán, bajo las barbas del régimen talibán, en vías de convertirse en un emirato en el cual su eventual presidente o líder ejerza el poder político en calidad de ministro de Dios? La debacle de las instituciones democráticas, más allá de la corrupción, el narcotráfico el fraude y otros lícitos frecuentes, descarriló en el embrión de un gobierno de facto de dudosa credibilidad puertas adentro y de peligrosa caladura en la comunidad internacional. No se trata de un fenómeno aislado. Joe Biden subestimó al régimen talibán. En público, al menos, confió en que el retiro de las tropas norteamericanas acordado por su antecesor, Donald Trump, no iba a envalentonar a los creadores de Al-Qaeda. Estados Unidos invirtió o despilfarró 83.000 millones de dólares desde 2001 en entrenar y equipar a los militares afganos en el refugio de Osama bin Laden, ejecutado 10 (leer más)

Sociedad

La pandemia del malhumor

Los frascos de las vacunas tienen tres palabras dramáticas: fecha de vencimiento. Y seis números aún más dramáticos: 08.2021. En la ciudad holandesa de Leiden, alerta The Washington Post, “90 pequeñas cajas blancas que contienen miles de dólares de la vacuna AstraZeneca” están a punto de caducar. ¿Por qué no son enviadas a otros países? Porque, por razones legales y logísticas, los Países Bajos no pueden donarlas. En Israel, agrega el Post, 80.000 dosis de Pfizer-BioNTech vencieron en julio. Polonia eliminó 73.000 de varios fabricantes. Mientras Argentina y otros países esperan la segunda dosis de Sputnik, Eslovaquia devolvió 160.000 a Rusia. El sobrante de unos contrasta con la emergencia de los otros. Sólo Carolina del Norte, Estados Unidos, dispone de 800.000 dosis con fecha de vencimiento inminente mientras apenas el 2,2 por ciento de la población de África había recibido la primera dosis a finales de julio. En África expiraron el 9 de agosto 469.868 dosis de varias marcas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Liberia perdió 27.000. Malawi, 20.000. No se trata (leer más)

Sociedad

¿Debe ser obligatoria la vacunación?

Que la vacuna tal, que la vacuna cual, el mundo avanza a diferentes velocidades en el afán, supuestamente generalizado, de frenar la ola de contagios y de muertes por el coronavirus. En algunos países, con exceso de dosis. En otros, con escasez de la segunda. Y en otros, sin la primera ni la siguiente ni, menos aún, el potencial refuerzo de una tercera. La carrera contra la variante Delta, con mayor carga viral que las anteriores, tiene varios obstáculos. Desde el acierto hasta la impericia de los gobiernos y, cartón lleno, la resistencia de aquellos que desconfían de la vacuna o rezongan contra el autoritarismo de sus autoridades. Todo confluye en la madre de todas las dudas: ¿libertad individual o compromiso colectivo? Sólo el 14,7 por ciento de la población mundial recibió las dos dosis de la vacuna tal o cual, según Our World in Data. El 28,5 recibió una. Si en Europa se vacunaron con una dosis 85 de cada 100 personas, en Oceanía la proporción disminuye a 34. En Argentina, poco más de (leer más)

Catalejo

El café en primera persona

Quedamos pronto y fácil para compartir un café en casa o en un bar. Taza va, taza viene, el café suele ser una excusa, no un fin en sí mismo. Hasta que uno repara en la historia de ese grano tostado y molido que en el libro Yo, Cafeto, de Analía Álvarez, cuenta en primera persona su propia historia. Una historia que comenzó “desde aquel rayo de sol que calentó la tierra” en la antigua Abisinia, ahora Etiopía, país sin litoral del Cuerno de África, y que entregó generosamente sus semillas a profetas, sultanes, reyes, conquistadores y adelantados para que hicieran de todas las tierras del mundo su tierra. “Mi tierra”, como dice él mismo. O, en realidad, Álvarez, periodista, docente universitaria y especialista Q Grader en café arábica. La semilla debió esquivar varias peripecias, como la Petición Contra el Café, escrita por las damas de Londres en 1674 por la preferencia de los caballeros a dejarse subyugar por el placer del café en desmedro de otros placeres, o las denuncias de sus detractores de (leer más)