Culpas compartidas
Lo pone en blanco sobre negro el profesor de filosofía política Daniel Innerarity, catedrático de la Universidad del País Vasco y del Instituto Universitario Europeo de Firenze, cuando afirma que los diagnósticos sobre los males de las democracias se dividen en dos grandes grupos: los que culpan a los representantes y los que les echan la culpa a los electores. Por un lado, la incompetencia de los políticos. Por el otro, la irracionalidad de los electores. Innerarity busca un término medio en un artículo publicado en el diario La Vanguardia, de Barcelona: “Desde que Aristóteles habló de la democracia como un régimen mixto se instauró un modo de pensar que busca equilibrar principios aparentemente opuestos”. Lo más razonable, agrega, “parece combinar ambos diagnósticos y confiar en las soluciones combinadas del tipo: tanta delegación como sea inevitable, tanta participación como sea posible; la democracia es un sistema político que pone en juego instituciones de la confianza e instituciones de la desconfianza, que confiere poder y está continuamente preguntándose si no se habrá excedido en esa delegación”. (leer más)