Cultura

El padre de El Gran Hermano

I Tronó temprano el teléfono, despabilándolo, en la estación de policía de Moulmein, allá lejos, en la baja Birmania, antigua colonia británica. Transcurría la década del veinte. Él era un oficial de subdivisión recién llegado de Londres. Tanteó el auricular. “¡Un elefante está devastando la feria!”, reconoció en el grito la voz de un subinspector birmano. Los elefantes eran empleados en las plantaciones de teca para desplazar troncos. Siempre existía el riesgo de que alguno se descarriara y provocara destrozos. Algo usual para un nativo, no para un novato como él. Tomó su Winchester 44, rifle demasiado pequeño para vérselas con un animal tan grande, y montó en su caballo. La mañana era húmeda y sofocante, como cualquier mañana de la estación de lluvias. En el camino, interrumpido infinidad de veces por birmanos alterados, iba enterándose de las fechorías del elefante. Que había hecho añicos una choza de bambú, había matado a una vaca, había invadido un puesto de frutas, había dado vuelta un carro municipal… Su cornac (domador) era el único capaz de detenerlo, pero (leer más)

Otras voces

Dialogando con un sobreviviente de la bomba atómica

Por Marcos Gonzalez Gava En enero y febrero de este año, ReporteAsia fue invitada a recorrer Japón por la Embajada de ese país en Argentina, con el objetivo de entrevistar a diferentes funcionarios gubernamentales y recorrer zonas icónicas de su geografía. Uno de los lugares que más impacto nos generó, sin lugar a dudas, fue Hiroshima, donde un día como hoy, pero hace 79 años, la fuerza aérea de Estados Unidos arrojaba la bomba “Little Boy”, con cuya detonación se anunciaba el fin de la Segunda Guerra Mundial. Tres días después caería sobre Nagasaki “Fat Boy”, la segunda bomba atómica en estallar sobre territorio nipón, que marcaría la rendición total del emperador Hirohito. Llegamos a Hiroshima desde Tokio, en un viaje en Shinkansen, tren de alta velocidad, que recorrió 1200 kilómetros en 4 horas. El periplo, que atraviesa gran parte del territorio de la isla principal de Japón, Honshu, permite ver una cantidad de geografías y climas: pueden divisarse desde el Monte Fuji a grandes espejos de agua, lo mismo que cordones montañosos en la región (leer más)

Sociedad

La cuenta regresiva

La humanidad se encamina hacia una catástrofe. El Reloj del Juicio Final o Doomsday Clock quedó a 90 segundos de la medianoche. ¿Qué significa eso? El Boletín de Científicos Atómicos, creado en Chicago en 1947, ubicó las agujas en la misma posición que en 2023, el año más caluroso jamás registrado. La falta de mejoras, con las agujas clavadas en el mismo sitio del cuadrante, refleja la percepción de los científicos atómicos, asistidos por nueve premios Nobel, sobre el cambio climático; el deterioro en los acuerdos de reducción de armas nucleares; el avance de la inteligencia artificial, y las guerras en curso en Ucrania y la Franja de Gaza. En síntesis, “los científicos atómicos creen que la humanidad está más cerca que nunca de la aniquilación”, dice el informe. En 2023 no solo hizo mucho calor. La Tierra padeció inundaciones, incendios forestales y otros desastres relacionados con el clima que afectaron a millones de personas. Ítem incorporado en 2007 entre los riesgos para la humanidad. La cuenta regresiva hasta la medianoche, como llaman al punto (leer más)