Economía

La pesada herencia

Donald Trump tiró tanto de la cuerda en la guerra comercial y tecnológica con China que el cierre del consulado de ese país en Houston por «espionaje ilegal masivo» pareció ser un incidente más. En julio de 2020, mientras Estados Unidos lidiaba con la catástrofe sanitaria provocada por el coronavirus en vísperas de las presidenciales de noviembre, el régimen de Xi Jinping interpretó su decisión como una “provocación política” y, en reciprocidad, ordenó la clausura del consulado norteamericano en Chengdu. Ojo por ojo, en principio, pero, en el fondo, ambas medidas “representan actos de extrema gravedad” a los ojos del diplomático argentino Ricardo Arredondo. Sobre todo, como explica Arredondo en el artículo Diplomacia, espionaje y orden mundial: el cierre de consulados de China y Estados Unidos, publicado en la Revista Española de Derecho Internacional, por una escalada de tensiones que amenaza con romper la relación bilateral entre ambas potencias a raíz del “ascenso de China, el declive de Estados Unidos y la rivalidad por la primacía del poder mundial”. Nada menos. La plana mayor de (leer más)

Política

El dilema de los republicanos

En caliente, uno puede preguntarse por qué los demócratas apuraron el segundo impeachment contra Donald Trump si, como ocurrió en el primero, sabían que no iban a contar con los votos suficientes para condenarlo. En frío, uno también puede preguntarse qué hubiera sucedido de haber pasado página de la inconcebible toma por asalto del Congreso, el 6 de enero, con el fin evitar la certificación de la victoria de Joe Biden. De no haber habido reacción, el capricho de Trump y de los suyos de no reconocer la derrota en las presidenciales del 3 de noviembre, más allá de su faltazo en el traspaso del mando, hubiera sentado un precedente insoslayable. Cual déjà-vu, Trump resultó absuelto en un juicio político exprés, el cuarto en la historia de Estados Unidos, que se realizó en el lugar del crimen. Cincuenta demócratas y siete de los 50 republicanos decidieron en el Senado, convertido un tribunal, el indulto de Trump. Diez votos menos de los necesarios para alcanzar el umbral de los dos tercios requerido para castigarlo. La verdadera (leer más)

Política

La reinvención de un país

Hay gente que paga puntualmente sus impuestos, pero defiende a un presidente, un ministro, un legislador, un gobernador o un alcalde que arriba al cargo con un patrimonio más o menos modesto, elude esa obligación y amasa una fortuna injustificable. No es el caso de Donald Trump, rico desde la cuna, aunque se haya jactado de no presentar su declaración de impuestos en tiempo y forma. Hay gente que también defiende a aquellos que, envueltos en un supuesto halo de impunidad, alzan el índice para señalar a quienes critican su proceder e incitan a la violencia a sus fanáticos en su afán de torcer o negar la realidad. Es el caso de Trump. Hay gente para todo. Le toca a Joe Biden, como a cualquier otro presidente en sus zapatos, la reinvención de una imagen. La de Estados Unidos. Trump alentó la rebeldía, cual adolescente caprichoso, para convencer al mundo de un fraude electoral que no pudo demostrar en los tribunales. Lega los excesos y los desplantes, así como las mentiras con modales escasos. El (leer más)

Política

Impeachment o caos

La consigna quedó clara: “Nunca nos rendiremos. Nunca cederemos. Eso no pasará. No se concede cuando se trata de un robo. Nuestro país ya ha tenido suficiente. No lo soportaremos más, y de eso se trata esto”. De eso se trata, según Donald Trump, el caos dentro del caos con el cual culmina el primer capítulo de su carrera política. Frente a la resistencia de los republicanos a declarar su incapacidad por enfermedad física o mental, como prevé la Enmienda 25 de la Constitución, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, apuró el único recurso disponible para salvar los muebles de la democracia: el impeachment. El segundo contra Trump en cuatro años después de haber zafado en 2020, gracias a los suyos en el Senado, de las imputaciones por haber presionado a su par de Ucrania, Volodymyr Zelensky, para que le aportara pruebas de los negocios en ese país de Hunter Biden, hijo de Joe Biden, ahora presidente electo. La mayoría demócrata de los representantes aprobó aquel juicio político, el tercero en historia (leer más)

Política

El idioma del resentimiento

La tendencia en Twitter era “golpe de Estado”. No se refería al de Mali, el primero durante la pandemia, sino a la inusitada reacción de los muchachos trumpistas contra el resultado de las elecciones de Estados Unidos y, cual broche, contra la mayoría demócrata en ambas cámaras del Congreso. Un espaldarazo para el presidente electo, Joe Biden, después de haberse asegurado las dos bancas del Senado en disputa en el Estado de Georgia. Ante la igualdad de escaños, desempata la vicepresidenta, Kamala Harris. Algo tan intolerable para Donald Trump y los suyos que tomaron por asalto el Capitolio guiados por un lenguaje común. El del resentimiento. En las primeras elecciones de la historia, entre 1788 y 1789, Estados Unidos estrenó el Colegio Electoral. El único candidato a presidente, George Washington, ganó con el ciento por ciento de los votos. Quizá como hubiera pretendido en las del 3 de noviembre de 2020 el actual presidente, eje de una suerte de referéndum en un país polarizado cuyos fanáticos insisten en creerle. O en interpretar a ciegas que (leer más)

Política

La resignación de los venezolanos

El régimen de Nicolás Maduro cantó victoria en las amañadas legislativas de Venezuela con un escaso 30 por ciento de participación del electorado. El fin no justificaba los medios: recuperar la Asamblea Nacional, el único órgano controlado por la oposición desde 2015. ¿Qué legitimidad tuvo el voto del 6 de diciembre? Significaba para muchos venezolanos la bolsa de comida de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). No se trató de una decisión, sino de una opción: comer o pasar hambre. Los comicios estaban signados por la abstención, el boicot, las denuncias de fraude y la falta de reconocimiento de parte de la comunidad internacional. Al domingo siguiente, 21 personas fracasaron en su intento de huir de la miseria en una balsa precaria. Iban de Güiria, Venezuela, a Chaguaramas, Trinidad y Tobago. Murieron ahogadas. ¿Es causal el parecido con el infortunio de aquellos que quieren escapar de Cuba o ingresar en Estados Unidos desde México con la ayuda de coyotes (mafias fronterizas)? La diferencia radica en que el régimen de los Castro dibujaba mejor (leer más)

Videos

Brexit inyectable

El primer ministro belga, Alexander De Croo, procuró descafeinar la euforia de su par británico, Boris Johnson, por el comienzo de la vacunación contra el coronavirus en el Reino Unido. De Croo empleó tres palabras: “Fabricada en Europa”. Una forma de bajarle los humos a Johnson, empeñado en adjudicarse el patrimonio de la vacuna y en concretar el Brexit, sí o sí, el 31 de diciembre. Una fecha clave que la socióloga argentina Celia Szusterman, directora del programa latinoamericano del Institute for Statecraft, ve con preocupación desde Londres, así como la presunta inmunidad colectiva por la aplicación de la vacuna contra el COVID-19. Una mujer de 90 años, Margaret Keenan, fue la primera en recibirla. Le tocó después a un hombre de 81 años de curiosa identidad, William Shakespeare. La ruptura británica sin acuerdo con la Unión Europea amenaza con interrumpir los flujos comerciales y de servicios, además de obstaculizar la cooperación en seguridad, sanidad, investigación y otros muchos ámbitos, advierte Szusterman. Si en el Reino Unido reina la polarización, en Estados Unidos ocurre otro (leer más)

Política

Los muchachos trumpistas

Menudo berrinche montó Donald Trump, obstinado en no concederle la victoria a Joe Biden y en insistir en las denuncias de fraude en las elecciones. La purga en la Casa Blanca empezó con el jefe del Pentágono, Mark Esper, fired (despedido) por no haber enviado tropas para contener los disturbios contra la brutalidad policial tras el asesinado de George Floyd, y continuó con el director de la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad, Christopher Krebs, en el cadalso por haber opinado que las elecciones resultaron ser “las más seguras en la historia de Estados Unidos«. El zafarrancho incluyó la reducción de las fuerzas militares de 4.500 a 2.500 en Afganistán y de 3.000 a 2.500 en Irak a pesar de los reparos de los militares. Una desescalada a la cual se oponía el exsecretario Esper, de modo de preservar la seguridad en ambos países tras las guerras que declaró George W. Bush en respuesta a la voladura de las Torres Gemelas. Si el lema en Argentina era “ni yanquis ni marxistas, peronistas”, en Estados (leer más)

Política

Cuatro años menos

No fue una elección, sino un referéndum. Un referéndum sobre Donald Trump en una sociedad dividida, cercada por la pandemia e inquieta por la economía. La revista The National Interest se preguntaba en su portada de septiembre: “Who’s worse? (¿Quién es peor?)”. Resultó ser Trump, pero, fino detalle, obtuvo seis millones de votos más que en 2016. El presidente electo, Joe Biden, pasó a ser el candidato más votado de la historia, con 73,7 millones de votos. Lo menos pensado: superó a Barack Obama, de quien fue ladero durante dos mandatos, acaso por el momento excepcional en el cual se desarrollaron las elecciones. La imagen de Estados Unidos roza sus mínimos históricos, según el Pew Research Center. Cuatro años más o four more years era lo habitual para un presidente en ejercicio. Después de la Segunda Guerra Mundial, sólo Jimmy Carter y George Bush (padre) no reincidieron. Perdieron frente a Ronald Reagan y Bill Clinton, respectivamente. La excepción: Gerald Ford, sucesor de Richard Nixon, obligado a renunciar por el caso Watergate. Trump sucumbió con su (leer más)

Política

La carta en la manga de Trump

La rapidez de Donald Trump en nombrar a la sucesora de la difunta jueza Ruth Bader Ginsburg en la Corte Suprema sin respetar el duelo ni su último deseo, que su asiento fuera ocupado por el ganador de las presidenciales, tenía una razón. Una razón electoral. La mayoría republicana del Senado confirmó en una votación exprés a la candidata de Trump, Amy Coney Barrett. La tercera durante su gestión después de los nombramientos de Neil Gorsuch en 2017 y Brett Kavanaugh en 2018. ¿Por qué el apuro? En ese ámbito de nueve miembros, dominado por seis jueces conservadores, Trump prometió dirimir el resultado de las elecciones. Elecciones reñidas, más allá de la ventaja en las encuestas sobre el voto popular de su rival demócrata, Joe Biden. En la madrugada del día después, Trump se declaró ganador mientras Biden, con más delegados para el Colegio Electoral en forma provisional, tachaba su actitud de “indignante, sin precedente e incorrecta”. La amenaza de Trump cerraba el círculo: “Iremos a la Corte Suprema, queremos que pare la votación”. La (leer más)

Videos

Confinamiento reforzado

En 1995, la escritora cubana Zoe Valdés publicó La nada cotidiana. Patria, la protagonista de la novela, nació en el primer año de la Revolución Cubana. Prefiere que la llamen Yocandra y busca alivio en la escritura. Quizá como la autora, radicada desde hace 37 años en Francia, donde el gobierno de Emmanuel Macron reforzó el confinamiento de la población. Macron no sólo debe vérselas con los brotes y los rebrotes de coronavirus. En un mes hubo tres ataques terroristas emprendidos por lobos solitarios provenientes del exterior, razón por la cual también dispuso un mayor despliegue militar para preservar la seguridad. En medio del desmadre global provocado por el coronavirus, cada país nada en sus propias aguas. Encrespadas, en su mayoría Desde su casa, en París, Valdés admite que el título de esa novela puede caberle, en otro tiempo y en otras circunstancias, al nuevo confinamiento y el toque de queda que impone la crisis sanitaria tanto en Francia como en otros países de Europa, con cierres de universidades, restaurantes y comercios y restricciones para (leer más)

Política

Voto, luego debato

Dio en el clavo el consultor político norteamericano Alex Conant cuando preguntó: “¿Cómo te preparas para enfrentar a alguien que no se prepara?”. Era el dilema del candidato presidencial demócrata, Joe Biden, ante Donald Trump. En los debates de Estados Unidos previos a las elecciones del 3 de noviembre, Biden retó a un rival que, después de varias temporadas en el programa televisivo The Apprentice y tres años y monedas en la Casa Blanca, no necesitaba entrenarse para torearlo frente a las cámaras en plan de sacarlo de sus casillas. Sobre todo, en el primero de los dos debates. Un bochorno. El segundo, que iba a ser el tercero de no haberse suspendido por el positivo de Trump en COVID-19, resultó ser más prolijo con los recaudos del caso, pero tuvo un componente extra. La normalidad dentro de la nueva anormalidad. Doce días antes de la fecha clave, más de 48 millones de personas habían votado en forma presencial y por correo, según The United States Elections Project. Una movilización elocuente de la ciudadanía que (leer más)

Videos

La nueva anormalidad

Dos semanas después del brote de coronavirus en la Casa Blanca, con Donald Trump recuperado en tiempo récord, la campaña electoral en Estados Unidos trocó de nueva normalidad en nueva anormalidad. La candidata a vicepresidenta demócrata, Kamala Harris, debió suspender los actos que tenía previstos por la infección de un miembro de la compañía que opera el avión que transporta al candidato presidencial, Joe Biden. Otro capítulo de la anormalidad que signan las elecciones del 3 de noviembre, con la suspensión del segundo debate entre los candidatos a presidente. A ellos se suma el engorroso sistema de votos por correos y presenciales, describe Raquel Pozzi, analista de política internacional y profesora de historia. ¿Faltan dólares o sobran pesos en Argentina?, otro signo de la nueva anormalidad La nueva anormalidad siembra dudas en todo el planeta. A poco del comienzo de la temporada de verano en el hemisferio sur, el presidente de la Cámara Argentina de Turismo, Aldo Elías, espera reglas claras que permitan prever las vacaciones. Se trata de eliminar las fronteras interiores, que impiden (leer más)

Política

¿Qué cambia en Estados Unidos?

¿Qué cambia en la campaña de Estados Unidos con el positivo por coronavirus de Donald Trump y de su mujer, Melania? Todo. O casi todo. La sorpresa de octubre, como llaman en la jerga política a un hecho capaz de torcer las posibilidades de un candidato y de acrecentar las del otro en el mes previo a las presidenciales, pone patas arriba la táctica de Trump. Desde febrero quiso restarle importancia al COVID-19 a pesar de gobernar el país más golpeado del planeta, con 208.000 muertes y 7,3 millones contagios. Si el final de la pandemia está cerca, como anunció después del debate con su rival demócrata, Joe Biden, el comienzo de una nueva etapa está aún más cerca. Esta nueva etapa mina el intento de Trump de alejar el foco de la gestión de la crisis sanitaria y su impacto en la economía, más allá de su tardía condena de los supremacistas blancos, después de haberlos defendido durante el bochornoso debate con Biden, y de su sospecha de fraude si no resulta reelegido. La (leer más)

Política

Lincoln en el espejo de Trump

Otro tiempo en el mismo lugar. En agosto de 1864, el presidente Abraham Lincoln, enrolado en el Partido Republicano como Donald Trump, llevaba todas las de perder. Planeaba, resignado, una transición ordenada sin imaginarse que iba ser la cara del billete de cinco dólares. El favorito era el candidato demócrata, George McClellan, general en el cual confiaban los norteamericanos para alcanzar una paz negociada de la Guerra de Secesión, en curso hasta 1865. En 156 años, salvando las distancias, las circunstancias son similares: una crisis (la pandemia, modelo 2020), nuevas tecnologías (Twitter, antes el telégrafo) y un replanteo del sistema electoral. Mientras Trump no tuvo éxito ni entre los suyos con su propuesta de posponer las presidenciales del 3 de noviembre para evitar un supuesto fraude, Lincoln se preparaba para admitir la derrota. Escenarios parecidos, reacciones diferentes. McClellan, ex general en jefe de los ejércitos de Estados Unidos, pretendía a los ojos de Lincoln casi lo mismo que el candidato demócrata, Joe Biden, a los ojos de Trump: disolver la nación. Lincoln, en contraste con (leer más)