
El riesgo de ser periodista en México
En otros países de América Latina y el Caribe, no exentos de este flagelo, las presiones van desde la apropiación de medios de comunicación, como ocurrió con el diario El Nacional, de Caracas, que quedó en manos del primer vicepresidente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, hasta las condenas a prisión, caso Nicaragua, y los embates frecuentes del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. El descrédito pretende convertir a los periodistas y los medios de comunicación en algo así como una fuerza política, excepto que acepten ser propagandistas del gobierno de turno. El periodismo es el mejor oficio del mundo, decía Gabriel García Márquez. Lo es, realidad, hasta que hostigan, acosan, amenazan, agreden, secuestran, torturan y, en el peor de los casos, matan periodistas. En México asesinaron a cinco desde que comenzó 2022. “Una tragedia”, como la describe Carlos Lauría, consultor de Proyectos Globales del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), en el programa Cuarto de Hora. El patrón se repite: periodistas locales arriesgan su vida revelando casos (leer más)