Política

La cruz de los cristianos

A mediados de la década del cincuenta, el líder independentista argelino Abane Ramdane se preguntó si era mejor matar a una decena de enemigos en un barranco remoto, «cuando nadie hablará de ello», o «a un solo hombre en Argel, del cual se harán eco al día siguiente». La cadena de explosiones del Domingo de Pascua en iglesias y hoteles de Colombo, Sri Lanka,respondió a ese patrón. No por una causa concreta, como la independencia de Argelia en el caso de Ramdane, “arquitecto de la revolución”, sino por la necesidad de transmitir un mensaje: el Daesh, ISIS o Estado Islámico sigue vivo tras ser derrotado en Siria y en Irak e insiste en perseguir a los cristianos. La masacre de Sri Lanka, con más de 350 muertos y un tendal de heridos, pretendió ser en respuesta a la escabechina en dos mezquitas de Christchurch, Nueva Zelanda, el 15 de marzo. Ese día, en nombre de la supremacía blanca, Brenton Tarrant, australiano de 28 años, mató a medio centenar de musulmanes con una cámara en el (leer más)