Ritos bárbaros
El eje del debate, más allá de las causas, pasa por la legitimidad de quienes imparten justicia, empezando por los Estados Entonces, ¿la tortura es legal? Menudo dilema para el presidente de la guerra, como se definió a sí mismo George W. Bush, y una sociedad, la norteamericana, apegada a las leyes y el derecho. Menudo dilema, también, para los gobiernos que creyeron en las razones de la guerra y los gobiernos que no creyeron en ellas: con las excepciones de España y Grecia, la Europa ampliada reprobó en sus primeras elecciones parlamentarias a los partidos de Tony Blair, Silvio Berlusconi, Jacques Chirac y Gerhard Schröder. Linchados resultaron todos, como los alcaldes que han sido asesinados en los pueblos aymaras de Bolivia y Perú por causas diferentes. Menudo dilema, pues: ¿la tortura es legal? Si de elecciones se trata, sí, parece, cual castigo frente a políticas domésticas no necesariamente vinculadas con la suerte de Saddam ni con los ritos bárbaros de Al-Qaeda, los carceleros de Abu Grhaib o los indígenas del Altiplano. Es legal y, (leer más)