Política

La uberización de la política

MADRID – En perspectiva, como dice la canción For What It’s Worth, aquella que entonaba Stephen Stills en los años sesenta, “aquí está pasando algo. El qué no está del todo claro”. No está del todo claro el peligro que entraña el cambio climático ni el paso de la globalización a la interconexión ni la uberización de los ambientes de trabajo ni el poder de los teléfonos inteligentes acoplados a la nube. Esta vertiginosa mutación, escribió Thomas Friedman en The New York Times, puede convertir a las personas en periodistas, fotógrafos, cineastas, innovadores y emprendedores. También puede ser aprovechada por criminales de la peor estofa. Donald Trump no ocupa el centro del universo, pero todo gira a su alrededor. Y hasta quienes detestan su política exterior y sus malos modales, que no son pocos, saben que, por odioso que sea, el mundo mira más a Estados Unidos que a China, Rusia o la Unión Europea, sus competidores, cuando deben fijar políticas o hacer inversiones. Esa suerte de mentalidad colonizada, como suelen llamarla aquellos que alardean (leer más)