Política

El cabreo global

A las rebeliones de izquierda y de derecha, así como al nacionalismo y al islamismo, no las une el amor, sino el supuesto espanto frente a la globalización, a la cual no renuncian   Por Jorge Elías La batalla es económica, me dirán. Y tienen razón. Pero detrás de los intereses perdura otra batalla, la cultural, prima hermana de la política. Desde 1995 hasta entrados los años 2000 estuve con frecuencia en Chiapas, México. Cubrí como periodista el levantamiento de los zapatistas, iniciado el primer día de 1994. Percibí entonces que un movimiento indígena que surgía como detractor del sistema pasaba a ser el principal ususario de las armas del sistema. Era la mejor vía para aprovecharse de las flaquezas ajenas, más allá de apelar a las fortalezas propias para exigir reivindicaciones. El incipiente correo electrónico obraba como el salvoconducto del subcomandante Marcos. Era un arma infalible. Cada comunicado que redactaba desde la enmarañada selva Lacandona, en el límite con Guatemala, era publicado al día siguiente en el diario La Jornada, de la ciudad de México. (leer más)

Política

La tragedia griega

El descontento global, abonado por la creciente xenofobia y por la precaria situación económica en Europa, se adereza con el desgaste de los pilares sobre los cuales descansaba el mundo posterior a la Guerra Fría François Hollande fue investido presidente de Francia con la premisa de rechazar la hoja de ruta trazada por la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional). No lo hizo. Después, en Italia, el primer ministro Matteo Renzi amenazaba con incumplir las exigencias de pago de la deuda, atizadas por la canciller de Alemania, Angela Merkel. Tampoco lo hizo. ¿Por qué la tercera intentona, coronada con la rotunda victoria de la Coalición de la Izquierda Radical (Syriza) en Grecia, parece ser la vencida? Porque polarizó a Europa entre Berlín y Atenas o, frente a la ventanilla de los acreedores, entre la sumisión y la rebelión. La rebelión de los deudores, más allá del errático historial de pagos de cada país, encontró en el primer ministro griego, Alexis Tsipras, un puntal en la confrontación contra los intereses de la (leer más)