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10.592 días de impunidad

“Hay una deuda enorme de la democracia argentina con la justicia», concluye Ariel Gelblung, director para América Latina del Centro Simon Wiesenthal. Resume los escasos avances en la investigación del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el 18 de julio de 1994, en el cual murieron 85 personas y resultaron heridas otras 300. Pasaron 10.592 días. Fue otro aniversario aciago en Buenos Aires de aquella tragedia en la cual un vehículo cargado con explosivos redujo a escombros el edificio de la AMIA en la misma ciudad en la que dos años antes, el 17 de marzo de 1992, la voladura de la Embajada de Israel había dejado 22 víctimas fatales y 242 heridos. En la misma ciudad en la que murió en forma misteriosa el fiscal Alberto Nisman el 18 de enero de 2015, poco antes de que presentara ante el Congreso de la Nación una denuncia sobre el presunto encubrimiento del gobierno de Cristina Kirchner de las investigaciones de la AMIA a cambio de firmar un acuerdo comercial con Irán. “En Argentina (leer más)

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En deuda con Milada

David Mrnka contribuyó a rescatar a Milada Horáková del olvido de su propio pueblo, el checo. Dirigió la película que lleva su nombre de pila, una de las primeras producciones de Netflix, después de largas horas de conversaciones con su hija, Jana, exiliada en Estados Unidos desde 1968. Milada fue la primera película de Mrnka, nacido en la República Checa y radicado en Los Ángeles después de haber estudiado en Australia, donde creó Loaded Vision Entertainment. Cada 27 de junio, la República Checa recuerda a las víctimas del regimen comunista. La fecha fue elegida en 2003 para honrar la memoria de Milada, abogada, política, símbolo de la resistencia contra la ocupación nazi y contra la dictadura comunista. Murió ahorcada ese día, en 1950. Mrnka recuerda en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV, una frase estremecedora de Milada que reproduce en la película, protagonizada por la actriz israelí Ayelet Zurer: “Los alemanes no me mataron, los nazis no me mataron, pero los comunistas lo harán, mi propia gente lo hará”. Eso, agrega Mrnka, “es (leer más)