Política

Trump aprovecha la banda negativa

Por Jorge Elías NUEVA YORK. – Durante la proclamación de su victoria en las presidenciales de los Estados Unidos, Donald Trump dejó entrever un sesgo infrecuente en estas latitudes: la arrogancia. Trump soslayó a la estructura de su partido, el republicano, y habló de la creación de un movimiento propio, personal, conformado por una legión de desencantados con los políticos tradicionales, de los cuales tomó distancia durante una campaña plagada de agravios contra su rival, Hillary Clinton, y contra determinados segmentos de la población, como los mexicanos, tildados de violadores, y los musulmanes, sospechosos de terrorismo. La fórmula de Trump, políticamente incorrecta, terminó dándole frutos inesperados como outsider (ajeno a la política) u hombre de negocios, su mote favorito, frente a encuestas que, como en las primarias republicanas, el Brexit (la salida del Reino Unido de la Unión Europea), el rechazo de los colombianos al acuerdo de paz con las FARC y otros acontecimientos, presagiaban el resultado contrario. Esa fórmula, sazonada con un discurso radical, caló hondo en la clase blanca trabajadora y rural de (leer más)

Política

Hasta la vista, Obama

Por Jorge Elías NUEVA YORK. – Cuando asumió el poder en 2009, Barack Obama prometió poner fin a las guerras declaradas por su antecesor, George W. Bush. En 2011 anunció el retiro del último soldado de Irak. Tres años después envió asesores militares a ese país para colaborar en la batalla contra el Daesh o Estado Islámico (EI). Sólo en 2015, los Estados Unidos arrojaron 23.144 bombas. La mayoría, 22.110, en Irak y en Siria. Además de dar la venia para continuar las guerras inconclusas en Irak, Siria y Afganistán, Obama aprobó ataques contra grupos terroristas en Libia, Pakistán, Somalia y Yemen. En casi ocho años de gobierno ha llevado más tiempo en guerra que cualquiera de sus predecesores. Es una rareza después de haber recibido el premio Nobel de la Paz en 2009. Ese año, Obama pronunció un discurso histórico en la Universidad de El Cairo. Llamó a terminar con el antagonismo entre el islam y Occidente e invitó a los musulmanes a aislar a los extremistas y asumir su papel como parte de (leer más)

Política

Los Pieles Rojas pasan de Hillary y Trump

Por Jorge Elías NUEVA YORK. – Dos días antes de las elecciones de 2012, Barack Obama recibió una pésima noticia: los Redskins, equipo de fútbol americano de la ciudad de Washington, habían caído 21 a 13 contra los Carolina Panthers. De haberse cumplido la Redskins Rule (Regla Redskins), Obama llevaba las de perder frente al candidato republicano, Mitt Romney. Terminó siendo reelegido, pero aquello pareció ser un mal presagio. El resultado de 17 de las últimas 19 presidenciales ha estado sujeto a esa cábala casi infalible, vital para los apostadores. En 1937, los Redskins se mudaron a Washington. Tres años después, en 1940, comenzó la curiosa profecía con la segunda reelección de Franklin Delano Roosevelt, demócrata, frente a Wendell Willkie, republicano. Los Redskins les habían ganado dos días antes a los Pittsburgh Steelers por 37 a 10. En 2008, los Redskins cayeron frente al mismo rival por 23 a 6. Como presunta consecuencia de ello, el candidato opositor, Obama, derrotó a John McCain, republicano como el presidente saliente, George W. Bush. ¿Qué ocurrió el domingo (leer más)

Política

Trump y Putin, extraña pareja

Por Jorge Elías Cuando todo parecía calmarse después de los escándalos desatados por las intromisiones de Vladimir Putin y de WikiLeaks en las presidenciales de los Estados Unidos, el FBI desató otro vendaval. Su director, James Comey, aportante en las últimas campañas republicanas, anunció que investiga nuevos correos electrónicos que comprometerían a Hillary Clinton. Surgieron de una pesquisa paralela, la de Anthony Weiner, ex congresista demócrata y marido en trámite de separación de Huma Abedin, persona de máxima de Hillary en el Departamento de Estado y en la campaña electoral. Weiner fue descubierto tres veces por su ex esposa enviándoles fotos suyas en paños menores a sus admiradoras por las redes sociales y el correo electrónico. En su teléfono móvil descubrió ahora el FBI correos electrónicos con información clasificada de Hillary durante su gestión como secretaria de Estado. Hillary creyó resuelto el embrollo de los correos electrónicos cuando fue exonerada por el Congreso. Denunció, a su vez, el presunto vínculo entre Putin y su rival, Donald Trump. Que no, que no lo conozco de nada, (leer más)

Política

Esa cosa llamada mujer

Por Jorge Elías El discurso misógino de Donald Trump entraña un obstáculo insalvable: el rechazo que provocan sus bravuconadas entre las mujeres. De ser resueltas las presidenciales del 8 de noviembre sólo por ellas, el candidato republicano perdería por 15 puntos frente a Hillary Clinton, según el resumen de encuestas nacionales del portal FiveThirtyEight. De ser resueltas sólo por ellos, como ocurría hasta 1920, el desenlace sería el opuesto. Son elecciones indirectas. El ganador debe obtener por lo menos 270 votos del total de 538 en el Colegio Electoral. En el primer caso, Hillary alcanzaría 458 votos contra 80. En el segundo, sorpresa: Hillary, 188; Trump, 350. ¡Casi el doble! Eso se traslada a la intimidad. El presidente del Partido Republicano en Ohio, Matt Borges, se vio en figurillas cuando su esposa, Kate, le prohibió colgar un cartel de Trump en el jardín del frente de su casa, en los suburbios de Columbus, algo usual en las campañas de los Estados Unidos. Era el partido o el matrimonio en un estado industrial con una población (leer más)

Política

Trump, Hillary, verdad y consecuencia

Por Jorge Elías Hay preguntas que, según el ex primer ministro conservador David Cameron, “ni los políticos deberían responder”. Tenía razón. Su antecesor, Gordon Brown, laborista, no reparó en diferencias ideológicas al convenir en que “nadie tiene el derecho” de formularlas. También tenía razón. Estuvo de acuerdo el ex viceprimer ministro Nick Clegg, liberal demócrata: “Quienes cuantifican el sexo no lo disfrutan lo suficiente”. En la evasiva ante la inquietud periodística coincidían a tres bandas los políticos británicos, menos propensos al destape que los norteamericanos. Los secretos de alcoba, por regla general, pueden estropear una campaña electoral, no una gestión gubernamental. Dan fe Bill Clinton y John F. Kennedy. ¿Qué ocurre cuando asuntos de esa estofa se cuelan en la alta política, como ocurrió durante la primera media hora del segundo debate presidencial entre Donald Trump y Hillary Clinton? Lo otro, acaso lo importante, queda reducido a cenizas, como en el primer debate. Trump debió explicar esta vez la grabación difundida en las vísperas en la cual alardeaba de besar y meter mano en sus (leer más)

Política

¿Y si gana Trump?

Donald Trump es algo así como un error del sistema o, en otros términos, de la globalización. El movimiento de malhumorados que encarna no nació ayer, en contra de las políticas de Barack Obama, sino anteayer, cuando cayó el Muro de Berlín, se desintegró la Unión Soviética y terminó la Guerra Fría (la real, la de dos arsenales nucleares apuntándose mutuamente). Entonces, el mundo duplicó su fuerza laboral. China abrió una hendija y, de pronto, una enorme masa de trabajadores se incorporó a la actividad privada. Lo mismo ocurrió en Europa Oriental. Hacia 2000 irrumpió en el escenario internacional Vladimir Putin, empeñado en restaurar el poder ruso. Trump promete ahora restaurar la grandeza de los Estados Unidos. Ambos comparten una visión autoritaria del poder. El capitalismo creyó encontrar la panacea en la globalización. La encontró, en realidad. Nunca tan pocos ganaron tanto ni tantos ganaron tan poco. La desigualdad ensanchó la difusa línea divisoria entre ricos y pobres, concentrados en una clase media tan inclusiva que le permitió al obrero de un país emergente equipararse (leer más)

Política

La verdad desnuda

Por Jorge Elías Entre lágrimas, el representante demócrata Anthony Weiner confesó en 2011 en su ciudad, Nueva York, que le había enviado por Twitter una foto suya en calzoncillos a una estudiante universitaria de Seattle, Estado de Washington, y que había tenido intercambios epistolares “inapropiados” con seis mujeres antes y después de casarse en julio de 2010. La esposa, Huma Abedin, trabajaba como asistente de la secretaria de Estado, Hillary Clinton. Era su mano derecha. En la boda, Weiner contó con un padrino y maestro de lujo: Bill Clinton, experto en eso no de haber tenido relaciones “inapropiadas” con ninguna mujer. Weiner había negado durante varios días que fueran suyas esa foto y otras en paños menores, también remitidas a sus admiradoras por las redes sociales y el correo electrónico. En una aparecía en un sofá con dos gatos. En el mensaje usaba una expresión vulgar para referirse al órgano sexual femenino. ¿Qué placer pudo sentir al tomarse y despachar fotos de sí mismo como vino al mundo, echando músculo como Charles Atlas? En 2013, (leer más)

Política

No sos vos, soy yo

Por Jorge Elías Con un rival tildado de misógino y de hostigador, Hillary Clinton debería contar con el apoyo masivo de las mujeres. Debería, pero… El apoyo de los hombres a Donald Trump supera el apoyo de las mujeres a Hillary. No sólo eso. Hillary, la primera mujer en la historia que puede ser presidenta de los Estados Unidos, tiene apenas un 36 por ciento de imagen positiva y un preocupante 59 por ciento de imagen negativa, según Gallup. Son los peores índices de popularidad en 24 años. Los de su carrera política. Lejos quedó el 67 por ciento de opiniones favorables de 1998, cuando decidió defender su matrimonio en lugar de dinamitarlo por los embustes de su marido, al borde de ser destituido por negar su relación con Monica Lewinsky. La carrera de Hillary está atada a la de Bill Clinton. Los llaman Billary. Eso crea adhesiones y rechazos, así como los estrechos vínculos de ambos con el establishment, cara y cruz con el adversario de Hillary en las primarias, Bernie Sanders. En 2008, (leer más)

Política

Varones blancos enojados

Donald Trump dice que los Estados Unidos volverán a ser un gran país. Hillary Clinton replica que nunca dejaron de serlo. Para Trump, Hillary es “la chueca”. Para Hillary, Trump es “un fraude”. Sólo uno de cada cuatro norteamericanos tiene una buena impresión de ambos candidatos. Está bien: son los pocos que votan en las presidenciales mientras corta clavos el resto de la humanidad, algo así como 7.000 millones de personas. ¿Por qué tanta expectativa? Porque, nos guste o no, el forcejeo entre la libertad y la equidad en ese país, así como el tono de la campaña, define la tendencia de la democracia en otras latitudes. En casi todas, diría yo. La campaña quedó a trasluz en la convención republicana realizada Cleveland, Ohio, donde Trump aceptó la candidatura. “¡Que la encierren!”, clamaba la multitud, convencida de las faltas de Hillary como secretaria de Estado durante el primer período de Barack Obama en Libia, Nigeria, China, Siria, Rusia y Cuba. Más que errores, crímenes, como el ataque en 2012 contra el consulado norteamericano de Bengasi, (leer más)

Política

Trump fiction

¿Cómo sería un eventual gobierno de Donald Trump, candidato a la presidencia de los Estados Unidos por un partido, el republicano, que no entiende cómo pudo nominarlo? Por Jorge Elías De cumplirse la profecía, los Estados Unidos serán “predeciblemente impredecibles”, como prometió Donald Trump. Tanto que, de ser presidente, reparará los errores de Barack Obama y de su primera secretaria de Estado, Hillary Clinton, presumible candidata demócrata. ¿Cómo? Con una consigna: “Los Estados Unidos primero”. Eso implica aumentar el despliegue militar, destruir al Daesh (Estado Islámico) y revisar acuerdos regionales como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta), firmado con México y Canadá en 1994. “Un desastre total, que deja maniatado al país”, juzgó. Puertas adentro, el candidato republicano no está lejos de inspirar los títulos de la portada satírica de The Boston Globe fechada el hipotético 9 de abril de 2017: “Deportaciones a punto de empezar”, “Los mercados se hunden a medida que se avecina una guerra comercial” y “Nueva ley de difamación apunta a la escoria absoluta de la prensa”. (leer más)

Sociedad

Yo y el mundo

Los millennials, nacidos entre 1980 y 1996, son más narcisistas e idealistas que las generaciones anteriores, pero enfrentan peores perspectivas económicas  Por Jorge Elías ¿Qué impulsa a jóvenes de 20 a 36 años de edad a votar por un senador veterano con un discurso de izquierda como candidato presidencial en las primarias demócratas de los Estados Unidos? El 55 por ciento apoya a Bernie Sanders en desmedro del 38 por ciento que se inclina por la favorita, Hillary Clinton, y el 22 por ciento que prefiere al presumible puntal republicano, Donald Trump, según Gallup. Esa franja compone la Generación Y, también llamada Generación del Milenio, Millennial o Milénica, sucesora de la Generación X (de 37 a 51 años), los baby boomers (de 52 a 70) y los tradicionalistas (de más de 71 años). Los Y, nacidos entre 1980 y 1996, supondrán la fuerza laboral del mundo en 2025. En general, pretenden trabajar 30 horas por semana y cobrar salarios razonables, pero, a diferencia de las generaciones anteriores, están conectados todo el tiempo, son más narcisistas (leer más)

Política

Socialista a los 20, conservador a los 40

A pesar del entusiasmo de los demócratas jóvenes con Bernie Sanders, el socialismo lejos está de consolidarse en los Estados Unidos Por Jorge Elías El súbito interés que ha despertado entre los votantes demócratas de los Estados Unidos la precandidatura presidencial de Bernie Sanders, retratado como un socialista democrático o un demócrata socialista, no ha cambiado un ápice la percepción de los norteamericanos sobre el socialismo: sólo un 35 por ciento tiene una imagen positiva de esa corriente política, según Gallup. Es la misma proporción que en 2012 y en 2010. Seis de cada diez mantienen su fe en el capitalismo a pesar de los estragos que causó la crisis global de 2008. Unos cuantos más, el 85 por ciento, confía en la libre empresa. Sanders, senador por uno de los Estados más pequeños de la Unión, Vermont, cosechó adhesiones por sus críticas contra Wall Street y las grandes compañías, pero esas reacciones, más frecuentes entre jóvenes de 18 a 29 años de edad que en personas mayores, no se vieron reflejadas en las primarias (leer más)

Política

El tercero en discordia

Roque De La Fuente, alias Rocky, sigue en carrera por la candidatura presidencial demócrata en los Estados Unidos, pero denuncia un presunto fraude dentro de sus filas Por Jorge Elías Detrás de las primarias de los Estados Unidos, de las cuales surgen los candidatos para las presidenciales, hay un complejo entramado de trámites por los cuales la elección favorece a las élites. Para inscribirse, un precandidato debe cumplir con requisitos dispares en cada uno de los 50 Estados, resumidos en la presentación de firmas de adherentes (de 500 en Iowa a 26.000 en California) y, en algunos casos, un pago de 1.000 a 2.500 dólares, promedio, en tiempo y forma. Lo vivió Roque De la Fuente, alias Rocky, el único hispano entre los precandidatos presidenciales demócratas y, aún, el tercero en discordia a pesar de ser excluido de los debates entre Hillary Clinton y Bernie Sanders. Rocky, de 61 años de edad, reside en San Diego, California, cerca de Tijuana, México, donde creció. Es, con sus millones y sus inversiones, el reverso del precandidato presidencial (leer más)

Política

Sueños de un provocador

La felicidad depende de pequeñas cosas: una pequeña mansión, un pequeño coche deportivo, un pequeño yate, una pequeña cuenta bancaria… O, en el caso de Silvio Berlusconi, de otras pequeñeces, “mujeres jóvenes y bonitas. Las viejas y feas, por favor, apoyen a la oposición». Después de todo, según un sondeo revelado por él mismo, “el 33 por ciento de las jóvenes italianas se acostaría conmigo. El resto ha contestado: ¿otra vez?”. La brutal franqueza del ex primer ministro italiano refleja su esmerada humildad: «Tenía once en fila en la puerta y me he tirado a ocho». En carrera por la candidatura presidencial republicana en los Estados Unidos, Donald Trump, también multimillonario, maduro, xenófobo y fanfarrón, dijo que pudo acostarse con Lady Di y, de inmediato, desglosó la lista de las mujeres con las cuales no dudaría en tirarse una canita al aire. Una canita teñida, como las de Berlusconi. En primer lugar puso a su esposa, la modelo eslovaca Melania Knauss. Luego a su ex, Ivana, y a la difunta Diana. Y siguió: las actrices (leer más)