La calle manda en Venezuela
Después de la madre de todas las bombas, arrojada por los Estados Unidos en Afganistán, la oposición de Venezuela se proponía lanzar la madre de todas marchas. Era la premisa frente a los atropellos del gobierno de Nicolás Maduro, necesitado de enemigos para sostenerse. El resultado: dos civiles y un militar muertos que, parece, no suman en el inventario de un país desgarrado por la polarización y la violencia, desatada, también, un día después. Fueron, en total, 20 muertos en tres semanas. Apenas circunstancias, como las tres personas que perecieron durante la incomprensible tentativa de sacar de circulación en un día los billetes de 100 bolívares u otras tantas que cayeron en protestas masivas ante una represión implacable. La calle manda en Venezuela. Esta vez, después de haber denunciado infinitos planes desestabilizadores de la Organización de los Estados Americanos (OEA), del imperialismo y de otros ismos, Maduro culpó al presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, de orquestar un “intento de golpe de Estado” con luz verde de Washington. Detuvieron a un comando armado. El (leer más)