Cultura

De carne somos

“Para este país la carne es todo: es alimento, es política, es economía y es encuentro”, concluye el historiador Felipe Pigna en su nuevo libro, Carne, una pasión argentina, publicado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). Una recopilación formidable desde la introducción del ganado bovino por Pedro de Mendoza en su frustrada fundación de Buenos Aires en 1536 y su incorporación en la dieta ciudadana en 1580, cuando Juan de Garay funda definitivamente la metrópoli, hasta el fin de semana pasado, cuando algún argentino habrá echado leña, carbón o ambos a la vez en la parrilla para degustar el plato nacional por excelencia. Cuenta Pigna que el general José de San Martín llevó toneladas de carne vacuna en forma de charqui y centenares de ganado en pie para alimentar a sus tropas en su campaña libertadora, que comenzó con el cruce de los Andes. Una hazaña que iba a incrementar en forma considerable el capital de estancieros como los Dorrego, los Rosas, los Terrero, los Anchorena y los Urquiza. La (leer más)

Cultura

Locos por el golf

Obama ama este deporte como Clinton y la mayoría de los mandatarios norteamericanos, pero, en su caso, las molestias que ocasiona cuando lo practica suelen convertirse en un bumerán político En China, Bill Clinton recibió como una bendición la pregunta de un tal Lee, oyente del programa Ciudadanos y sociedad, de la Radio Popular de Shanghai: “Un amigo y yo notamos que usted está envuelto en varias actividades y se lo ve saludable, con buena figura, señor presidente. ¿Qué deporte practicaba en la universidad y cómo hace para mantener la energía en su trabajo?”. Transcurría 1998. Era el momento más difícil de su presidencia, jaqueada por su relación con Monica Lewinsky. La oposición republicana amenazaba con someterlo a un impeachment (juicio político). Estábamos todos pendientes en ese viaje de un eventual resbalón en suelo enjabonado. El tal Lee permanecía a mi lado, fuera del estudio, expectante. Parecía bien entrenado con el micrófono. Clinton, del otro lado del vidrio, era el primer mandatario norteamericano que visitaba China tras la masacre de Tiananmen, en 1989. Debía lucirse (leer más)