Catalejo

El amor en tiempos de pandemia

En vísperas de los comicios de 2011 en Turquía, el entonces primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, sabía que iba a ser reelegido gracias a las travesuras sexuales del vicejefe del opositor Partido del Movimiento Nacionalista, Bülent Didinmez, y de su antiguo líder en Estambul, Ihsan Barutçu. Los pescaron con dos muchachas en un hotel. Debieron renunciar. Un año antes, el jefe de otro partido opositor turco, el Republicano del Pueblo, Deniz Baykal, había tomado esa drástica decisión tras ser descubierto en offside con una diputada de sus filas, Nesrin Baytok. Las imágenes subidas a YouTube resultaron fatales. Las cargó un grupo chantajista, Idealismo Diferente. Eran otros tiempos. La libertad individual, más allá del escándalo, no afectaba la responsabilidad colectiva. En medio de la pandemia, las cosas cambian. Dominic Cummings, exasesor del primer ministro británico, Boris Johnson, habrá celebrado la dimisión del secretario de Salud, Matt Hancock, con rango de ministro, por haber incumplido las restricciones. El diario The Sun publicó una grabación explosiva, “primicia mundial”, con la cual revela que Hancock “engañó a su esposa (leer más)

Política

Esa cosa llamada mujer

Por Jorge Elías El discurso misógino de Donald Trump entraña un obstáculo insalvable: el rechazo que provocan sus bravuconadas entre las mujeres. De ser resueltas las presidenciales del 8 de noviembre sólo por ellas, el candidato republicano perdería por 15 puntos frente a Hillary Clinton, según el resumen de encuestas nacionales del portal FiveThirtyEight. De ser resueltas sólo por ellos, como ocurría hasta 1920, el desenlace sería el opuesto. Son elecciones indirectas. El ganador debe obtener por lo menos 270 votos del total de 538 en el Colegio Electoral. En el primer caso, Hillary alcanzaría 458 votos contra 80. En el segundo, sorpresa: Hillary, 188; Trump, 350. ¡Casi el doble! Eso se traslada a la intimidad. El presidente del Partido Republicano en Ohio, Matt Borges, se vio en figurillas cuando su esposa, Kate, le prohibió colgar un cartel de Trump en el jardín del frente de su casa, en los suburbios de Columbus, algo usual en las campañas de los Estados Unidos. Era el partido o el matrimonio en un estado industrial con una población (leer más)

Política

Trump, Hillary, verdad y consecuencia

Por Jorge Elías Hay preguntas que, según el ex primer ministro conservador David Cameron, “ni los políticos deberían responder”. Tenía razón. Su antecesor, Gordon Brown, laborista, no reparó en diferencias ideológicas al convenir en que “nadie tiene el derecho” de formularlas. También tenía razón. Estuvo de acuerdo el ex viceprimer ministro Nick Clegg, liberal demócrata: “Quienes cuantifican el sexo no lo disfrutan lo suficiente”. En la evasiva ante la inquietud periodística coincidían a tres bandas los políticos británicos, menos propensos al destape que los norteamericanos. Los secretos de alcoba, por regla general, pueden estropear una campaña electoral, no una gestión gubernamental. Dan fe Bill Clinton y John F. Kennedy. ¿Qué ocurre cuando asuntos de esa estofa se cuelan en la alta política, como ocurrió durante la primera media hora del segundo debate presidencial entre Donald Trump y Hillary Clinton? Lo otro, acaso lo importante, queda reducido a cenizas, como en el primer debate. Trump debió explicar esta vez la grabación difundida en las vísperas en la cual alardeaba de besar y meter mano en sus (leer más)