Otras voces

Contra los secretos de Estado

Poco más de dos siglos y medio atrás –el 2 de diciembre de 1766, aunque algunos historiadores sostienen que fue en 1776– en Suecia, se promulgó la primera ley de libertad de información de la que se tenga registro en la historia universal. Aquella fue la “Ley de Libertad de Prensa y Expresión y del Derecho a Acceso a Documentos Públicos”, que fue el resultado de los esfuerzos realizados para alcanzar ese objetivo por el sacerdote sueco-finlandés Anders Chydenius, quien además era tabernero, diputado, economista y viajero incansable. La llamó “Ley para la Libertad de Prensa y del Derecho de Acceso a las Actas Públicas”. Casi un cuarto de siglo más tarde, en la Asamblea Nacional, en Francia, los representantes del pueblo francés, declaran que “la ignorancia, el olvido o el desprecio de los derechos del hombre son las únicas causas de las desgracias públicas y de la corrupción de los Gobiernos”. De aquella reflexión, emergió la “Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano”. Desde entonces, se reconoce que “la sociedad tiene derecho (leer más)