Política

Entre un extremo y el otro

Dice el diccionario de la Real Academia Española (RAE) sobre el significado de la palabra autocracia: “Forma de gobierno en la cual la voluntad de una sola persona es la suprema ley”. Sinómino de Cuba, Venezuela, Nicaragua, El Salvador y siguen las firmas en una región, América Latina y el Caribe, en la que regímenes diversos con credenciales democráticas dudosas amagan con defender la multipolaridad, al mejor estilo de Rusia y de China, en desmedro de la unipolaridad, espejo del predominio de Estados Unidos. Entre un extremo y el otro, la tribuna, polarizada, no admite un término medio. Un discurso doméstico para amansar a las fieras, las antiimperialistas, y otro externo para acallar a los acreedores, los imperialistas, en un siglo, el XXI, en el cual izquierdas y derechas confluyen en una maraña de negocios despojados de ideologías. Sonaba mejor hace un ratito, no más, la pertenencia a la izquierda, sinónimo de resistencia y de rebeldía, que a la derecha, emparentada con el nefasto legado de las dictaduras militares y, últimamente, con los gobiernos autocráticos (leer más)

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La ola demócrata salpicó a Trump

Las elecciones de Estados Unidos han sido un referéndum sobre la presidencia de Donald Trump, como suele ocurrir a mitad de mandato. El mismo Trump quiso que fueran eso: un parteaguas entre republicanos y demócratas en un país polarizado como pocas veces. “Si los demócratas se vuelven obstruccionistas de Trump, pierden la presidencia en 2020”, dice Juan Gabriel Tokatlian, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Torcuato Di Tella En estas elecciones se han consolidado aún más las diferencias políticas. El resultado ha sido favorable para Trump, más allá de que los republicanos perdieran el control de la Cámara de Representantes. La mayoría de número en el Senado le garantiza a Trump un seguro de vida contra un virtual impeachment y, a su vez, convierte al partido en rehén de la Casa Blanca, algo que hasta ahora no había ocurrido. Al día siguiente de las elecciones, Trump tumbó al secretario de Justicia y fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, como consecuencia de la larga batalla que han mantenido por su papel en la investigación (leer más)