Sociedad

Labios compartidos

Por Jorge Elías Mensaje va, mensaje viene, una muchacha de Marruecos mantuvo durante cuatro meses un ardiente romance con un novio virtual de Turquía. Lo conoció a través de un chat. La propuesta de matrimonio y de mudanza no se demoró. Ella aceptó, entusiasmada. No sólo aceptó casarse, sino, también, convivir con la esposa de su inminente marido y los once hijos de ambos en una casa modesta y precaria de la terrosa Anatolia. Lejos está de ser un caso único: 200.000 mujeres comparten marido en Turquía a pesar de estar prohibido desde 1926, según la Universidad de Hacettepe. En Italia, en respuesta a la ley que permite a parejas del mismo sexo ser reconocidas como uniones civiles, Hamza Piccardo, fundador de la Unión de Comunidades Islámicas y Organizaciones (UCOII), argumentó: si las relaciones homosexuales son un derecho civil, los italianos también deberían aceptar la poligamia. El presunto «derecho ciudadano», mal visto por los musulmanes, viene a ser una mera excusa para habilitar la convivencia múltiple. Los turcos las prefieren marroquíes porque son musulmanas y (leer más)