Sociedad

Alarma en Marruecos

FEZ, Marruecos – Los supuestos derrapan cuando aparecen cadáveres. En este caso, los de las turistas Louisa Vesterager Jespersen, danesa de 24 años, y Maren Ueland, noruega de 28. Las degollaron en el monte Tubqual, a 70 kilómetros de Marrakech. Los detenidos pertenecen al Daesh, ISIS o Estado Islámico, en caída libre luego de las derrotas en Siria y en Irak. Las apariencias engañan y, a pesar de la rápida respuesta de las autoridades marroquíes, ponen de nuevo al reino frente al peor espejo. El espejo de la radicalización religiosa, trampolín para el éxodo de cientos hacia filas terroristas en el exterior. Marruecos no es un mundo aparte. La modernidad puede chocar con las tradiciones a los ojos de un extranjero no avisado, como ocurre en cualquier país árabe o gueto europeo, pero eso no se refleja en la vida cotidiana. El problema reside en aquellos que desde 2011, inspirados en la expansión de Al-Qaeda, hidra de la cual decantó el Daesh, comenzaron a emigrar desde Tánger, Tetuán, Martil y otras ciudades hacia los sitios (leer más)