Temperatura en ascenso
En una sola semana, tras el comienzo del verano boreal, el calor agobiante hizo de las suyas. En el hach, peregrinación anual a La Meca, murieron 1.300 personas, según las autoridades de Arabia Saudita. Caminaron sin protección bajo un sol abrasador. La temperatura rondó los 52 grados. No se trata de una ficción como la que describe Kim Stanley Robinson en su novela El Ministerio del Futuro, recomendada por Barack Obama, sino de una realidad que se cobró decenas de muertos en Delhi, India, foco de la trama, y otros tantos en Grecia. Tiene razón y razones la activista sueca Greta Thunberg para poner el grito en el cielo y bajarlo a tierra. El récord de temperaturas catastróficas lejos está de ser una conspiración política, más allá de que, en general, no figura al tope en las campañas electorales. El calentamiento global, según los científicos, se debe a la mano del hombre. En Estados Unidos, también azotado por inundaciones e incendios forestales, y en México, donde la tormenta tropical Alberto dañó 86 escuelas, el calentamiento (leer más)