Catalejo

Nobel con cara de mujer

Dos años y dos días después de la masacre terrorista, Israel y Hamas acordaron la primera fase del plan de paz propuesto por Donald Trump para la Franja de Gaza. El anuncio fue en la víspera de otro de gran calibre: la líder de la oposición venezolana, María Corina Machado, ganó el premio Nobel de la Paz «por su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano”. Un pueblo en vilo, sometido a las arengas de Nicolás Maduro por el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe bajo el argumento de combatir a los cárteles de la droga. Un cambio de régimen a la fuerza, teme Maduro. Aquello que pretendía Trump de modo de sombrear el galardón que Barack Obama obtuvo en 2009, terminó en manos de Machado, la mayor beneficiaria de la operación norteamericana en Venezuela si, finalmente, caen Maduro y compañía. El director de Comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung, no tardó en expresar su fastidio. El suyo y, presumiblemente, el de su jefe: “El presidente Trump (leer más)

Actualidad

Hagan lo que digo y lo que hago

Una escalera mecánica que se detuvo a mitad de camino y un teleprompter defectuoso resultaron ser, para Donald Trump, sinónimos de la ineficacia de la ONU. Fue el primer discurso de su segundo mandato ante la Asamblea General. Duró casi cuatro veces más que el tiempo asignado: 55 minutos. Nadie osó tocar el botón rojo para interrumpirlo ni para explicarle que los problemas técnicos del organismo, tanto en Nueva York como en Ginebra, se deben a la crisis de liquidez por los retrasos en los aportes de los donantes. Entre ellos, el principal: Estados Unidos, casualmente. En esa rara carambola de incidentes, Trump halló música y letra para criticar a la ONU dentro de la ONU. Una forma de dinamitarla, cual caballo de Troya. También cargó contra «el engaño del orden global», llamó al cambio climático «la mayor estafa del mundo», defendió «el carbón limpio y bonito» en desmedro de las energías renovables y dejó dicho que «todo lo verde está en bancarrota». Un auditorio atónito hilvanó cada palabra como un latigazo contra el sentido (leer más)

Sociedad

Anatomía de un fracaso

Casi dos años después de las atrocidades cometidas por Hamas en Israel, todos los esfuerzos de la comunidad internacional para detener el brutal embate de ese país contra la Franja de Gaza con el guiño de Estados Unidos caen en saco roto. Hasta la añeja solución de los dos Estados, ahora alentada por Francia y Arabia Saudita y votada por la mayoría de los 193 Estados miembros de la Asamblea General de la ONU, choca con la repulsa de algunos gobiernos, incluido el de Argentina, como si la guerra respondiera a un viejo dogma: la conquista de territorios al estilo de Rusia en Ucrania. Estados Unidos fue el único de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad que rechazó una resolución para el alto el fuego. Los otros, Rusia, China, Francia y Reino Unido, así como los 10 miembros no permanentes, votaron a favor mientras Israel se prepara para la ofensiva final y bloquea a cal y canto las salidas. En algunos casos, el aviso llega una hora antes del siguiente ataque. «Gaza arde», (leer más)

Actualidad

Teléfono para los iraníes

Israel e Irán se encuentran en uno de los momentos más álgidos de su historia. ¿Siempre fue así? No. La Operación León Ascendente, lanzada por el primer ministro Benjamin Netanyahu, obtuvo como respuesta la orden del ayatolá Alí Khamenei de izar la bandera roja en la mezquita Jamkaran, de la ciudad sagrada de Qom. Un símbolo chiita. Implica entereza y venganza por la sangre derramada en forma injusta. La réplica contra el territorio israelí recreó la escalada entre ambos países de abril y octubre de 2024. Una lucha sin fin por la preeminencia en el eternamente caldeado Medio Oriente. ¿La excusa de Israel? El enriquecimiento de uranio, simiente de la bomba atómica. Especialmente, en Natanz e Isfahán, entre otras ciudades. Distante primero de Netanyahu, conciliador después, Donald Trump instó a Irán a negociar “antes de que no quede nada”. En su primer mandato abandonó el acuerdo firmado en 2015 por Estados Unidos durante la presidencia de Barack Obama y otras seis potencias que limitaba el programa nuclear iraní. Un golpazo, en 2018, tanto para la (leer más)

Videos

Un mundo indefenso

La responsabilidad de proteger a los civiles contra genocidios y crímenes de guerra o de lesa humanidad deriva de las catástrofes humanitarias de Somalia, Ruanda, Srebrenica y Kosovo, entre otras. En la Asamblea General de la ONU de 2005, hace 20 años, los mandatarios apoyaron esa resolución sobre la base de tres pilares: la responsabilidad de cada Estado de proteger a sus poblaciones; la responsabilidad de la comunidad internacional de ayudar a los Estados a proteger a sus poblaciones, y la responsabilidad de la comunidad internacional de proteger a las poblaciones de un Estado cuando no logra hacerlo. Alejandro Chehtman, decano y profesor plenario de la Escuela de Derecho de la Universidad Torcuato Di Tella, de Buenos Aires, e investigador independiente del Conicet, dice en el  programa Cuarto de Hora, de CADAL TV que conduce Jorge Elías: “La responsabilidad de proteger ha sido una idea interesante y valiosa, pero ha quedado de lado en los conflictos recientes por la capacidad de veto de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU”. El (leer más)

Cultura

Disciplina a la carta

“La geopolítica no sólo está muy vigente, sino que se ha pluralizado en su componente esencial, es decir, el territorio”, señala Alberto Hutschenreuter, doctor en Relaciones Internacionales, en su nuevo libro, La geopolítica nunca se fue, Los grandes acontecimientos mundiales en clave política, territorial y de poder, publicado por Editorial Almaluz. La premisa es clara: “En breve, la geopolítica se halla por todas partes y hasta resulta una ironía que, a más de tres décadas de haberse decretado el final de la geopolítica, sea la geopolítica el mayor desafío a la globalización”. Se trata, como dice Hutschenreuter, de “una disciplina que nació hace poco más de un siglo, pero su práctica, que implica centralmente intereses políticos volcados o proyectados sobre territorios o espacios geográficos con fines (corrientemente) asociados a lograr ganancias de poder, es protohistórica”. Hutschenreuter, autor de  El descenso de la política mundial en el siglo XXI, Ni guerra ni paz y  Horizonte incierto, reflexiones sobre el presente de la política mundial, reflexiona ahora sobre la resignificación de la geopolítica “no solamente quitando del (leer más)

Política

Cien años en cien noches

Franklin Delano Roosevelt concedió 100 días al Congreso de Estados Unidos para la sanción del paquete de leyes del New Deal. Desde entonces, 1933, son la gracia que pide todo presidente nuevo para ser evaluado. En su discurso inaugural, John Fitzgerald Kennedy también aludió a los 100 días. Que quedaron inscriptos en la historia mucho antes, como los transcurridos entre la fuga de Napoleón de la isla de Elba y la batalla final de Waterloo, aunque, en realidad, hayan sido 116. Lejos de esos episodios, Donald Trump desacreditó la marca en su primer mandato. La llamó “estándar ridículo”. Curiosamente, Trump hizo por ese motivo el primer viaje oficial de trabajo dentro del país desde que asumió su segundo mandato, el 20 de enero. En el condado de Macomb, Michigan, bastión electoral republicano en el cual operan las industrias automotrices General Motors, Ford y Stellantis, insistió en golpearse el pecho a 100 días de haber asumido el cargo por haber impulsado el cambio más profundo en Estados Unidos en 100 años. Y advirtió: “Solo acabamos de (leer más)

Actualidad

Los dueños de la baraja

El método Trump de política internacional tuvo su primer capítulo el 28 de febrero de 2025. Fecha clave. Pasará a la historia como el estreno de la reprimenda en el Salón Oval del presidente y del vicepresidente de Estados Unidos a un mandatario extranjero en guerra y en inferioridad de condiciones, Volodimir Zelenski. Esas discusiones se daban antes en privado, jamás frente a las cámaras, por respeto al visitante y los anfitriones. Donald Trump y su ladero, J. D. Vance, se faltaron el respeto a sí mismos al humillar con premeditación y alevosía a una víctima de Vladimir Putin. Teóricamente, rival de Trump, así como el dictador chino Xi Jinping. En este mundo al revés, con instituciones en declive y autócratas en alza, Trump demoró apenas cinco semanas en cortar de cuajo las alianzas tradicionales de Estados Unidos con democracias afines y verse en el espejo de Putin, el zar del siglo XXI. El poder de los malos modales significa que cualquier contacto de un mandatario extranjero con el gobierno norteamericano corre el riesgo de (leer más)

Actualidad

La crisis de los rehenes

Durante su investidura, Ronald Reagan, republicano, tenía un as bajo la manga: la liberación de los 66 ciudadanos y diplomáticos norteamericanos que habían estado secuestrados durante 444 días en la embajada de Estados Unidos en Teherán. La moneda de cambio de los llamados discípulos del imán, estudiantes enrolados en la Revolución Islámica, era la entrega del depuesto sha Mohammed Reza Pahlavi para que fuera juzgado en Irán. No ocurrió. Transcurría el 20 de enero de 1981, fecha crucial por el desenlace de una crisis, la de los rehenes, que había comenzado el 4 de noviembre de 1979, durante el gobierno de Jimmy Carter, demócrata. Mientras Carter volaba de regreso a su casa en Georgia, después de haber fracasado con sanciones económicas contra el régimen del ayatolá Khomeini, Reagan ingresaba con el pie derecho en la Casa Blanca. Había resuelto, como presidente electo, un asunto delicado. Tan delicado, quizá, como el desenlace del centenar de rehenes de Hamas desde la masacre del 7 de octubre de 2023 en Israel. En este caso, otro republicano, Donald Trump, (leer más)

Cultura

Las intimidades del poder

Antes de la brutal incursión de Hamas en Israel, el 7 de octubre de 2023, el gobierno de Joe Biden no quería malgastar su capital político en Medio Oriente. Era más redituable, en vísperas de un año electoral, insistir en moler a Rusia por la guerra contra Ucrania y repeler la intención de China de implantar un nuevo orden mundial codo a codo con Vladimir Putin. El rival republicano de Biden, ahora de Kamala Harris, Donald Trump, no dejó de estar en contacto con Putin, inclusive después de abandonar la Casa Blanca. También supo mantener su sintonía fina con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, más cómodo con él que con Biden. Estalló la guerra de Israel contra Hamas en la Franja de Gaza y, un día después, contra Hezbollah en el sur de Líbano, así como contra los hutíes en Yemen y, más recientemente, contra Irán en forma directa. Aquello que se temía pasó a ser realidad. Israel e Irán llevan muchos años embarcados en una conflagración. Lejos del nacionalismo y a favor (leer más)

Cultura

Un país, dos almas

La guerra cultural en Estados Unidos no comenzó con Donald Trump. Era una cuenta pendiente, algo así como un cartucho de dinamita que esperaba que alguien encendiera la mecha. Según Jorge Argüello, “un redentor de la gente común, víctima de una élite política corrupta instalada en el pantano de Washington” que se ofreciera “como un gladiador dispuesto a batirse con las peores amenazas. Todo barnizado por consignas nacionalistas y posiciones ultraconservadoras”. El indicado era un outsider aceptado por la maquinaria republicana que “le prometía ampliar la base electoral sin abandonar la radicalización ideológica”. Era Trump, señala Argüello, dos veces embajador argentino en Estados Unidos, representante permanente ante la ONU y embajador en Portugal y Cabo Verde, entre otros cargos, en su libro Las dos almas de Estados Unidos. Viaje al corazón de una sociedad fracturada. El presidente de la Fundación Embajada Abierta pone el acento sobre el pasado reciente. Que guarda relación con el futuro inminente: el revival en noviembre del duelo entre Trump y Joe Biden, catapultado el 6 de enero de 2021 por (leer más)

Economía

La guerra silenciosa

Detrás de las guerras contemporáneas, una persiste en silencio. La de Estados Unidos contra China. Su último frente, menos letal que los de Ucrania y la Franja de Gaza, estalló por el aumento de los aranceles norteamericanos sobre las importaciones chinas. Una medida adoptada por el gobierno de Joe Biden que el régimen de Xi Jinping rechaza de plano. Entre los productos made in China figuran desde coches eléctricos y baterías hasta células solares, semiconductores y minerales críticos. Biden no anuló las subas arancelarias impuestas desde 2018 por su predecesor, Donald Trump, en respuesta al robo de propiedad intelectual. Se trata, a los ojos de Xi, de una manipulación política en vísperas de las presidenciales de Estados Unidos, previstas para noviembre. La suba de los aranceles, poco significativa en términos de intercambio, amenaza con colocar a China en el centro de la campaña electoral norteamericana. Algo intolerable para Xi. La dureza de Biden, concentrado en resguardar el empleo sin desequilibrar la economía ni exacerbar la inflación en un país que vive más pendiente de las (leer más)

Política

El eje del mal 2.0

Superado el impacto de los ataques calibrados de Irán contra Israel, Vladimir Putin y Xi Jinping parecieron ponerse de acuerdo con Estados Unidos y la Unión Europea para abogar por la moderación. Palabra clave, empleada por Joe Biden para detener una réplica inmediata de Israel y, anteriormente, para convencer a Benjamin Netanyahu de evitar la muerte de civiles en la guerra contra Hamas en la Franja de Gaza. Más de 33.600, según cifras provisionales. Un poco más alto elevó la voz la Corte Internacional de Justicia, en La Haya, con su orden de evitar un genocidio sin pronunciarse sobre el caso presentado por Sudáfrica. En ese entramado, Estados Unidos teje un nuevo eje del mal después del trazado por George W. Bush antes de la guerra contra Irak. Aquel estaba compuesto por ese país, Irán y Corea del Norte. Tenía un defecto de fábrica. Irak e Irán estaban gobernados por regímenes religiosamente opuestos. Una teocracia chiita y una dictadura sunita, respectivamente. Que habían librado una guerra descarnada entre sí. La dinastía más cerrada del planeta (leer más)

Economía

Ataques calibrados, daños limitados

En Medio Oriente, cada golpe recibe una respuesta a veces peor que el anterior y, después, la comunidad internacional tiende un manto diplomático para relajar las tensiones. Siempre acecha el temor a una escalada regional. Esta vez, el ataque directo de Irán contra Israel en represalia por la embestida aérea contra su consulado en Siria, en el cual murieron miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, cambió el paradigma en medio de la otra guerra encarada por Israel, la de la Franja de Gaza contra Hamas. Que comenzó el 7 de octubre con la brutal incursión de los terroristas en territorio israelí. Hechos sin precedente que, a su vez, dejan un saldo más político que bélico. La barbarie provocada por Hamas coincidió con la firma de los Acuerdos de Abraham, pactados por Israel con Arabia Saudita. Se trata del reconocimiento del Estado de Israel por ese país, archienemigo de Irán, como había ocurrido bajo los auspicios del gobierno de Donald Trump con Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Marruecos, Sudán y Jordania. Un cortafuegos en los (leer más)

Videos

La lucha de la sociedad civil

La sociedad civil enfrenta crisis múltiples cada vez más frecuentes. Obstáculos, en su mayoría, para la ayuda mutua y la defensa de los derechos humanos. Una de cada seis personas en el mundo está expuesta a conflictos armados, dice el Informe sobre el Estado de la Sociedad Civil 2024, de la alianza internacional CIVICUS. Alarmante. Como lo son también los conflictos en curso, la mayor cantidad desde el final de la Segunda Guerra Mundial, y el récord mundial de gastos en defensa. Una de las editoras del informe, Inés Pousadela, doctora en Ciencia Política con una maestría en Sociología Económica, especialista sénior en investigación de CIVICUS, profesora de la Universidad ORT Uruguay y consejera académica de CADAL resume en el programa Cuarto de Hora, de CADAL TV: «En pocos años se han perdido décadas de avances de la democracia en el mundo». Más de 114 millones de personas en el mundo se han visto obligadas a huir de sus hogares en 2023. No solo por las guerras en Ucrania y en la Franja de Gaza, (leer más)