Voto miedo por voto bronca
El voto miedo de las presidenciales derrocó al voto bronca de las primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO). En apenas 70 días, el ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, revirtió el magro resultado obtenido el 13 de agosto. Desde ese día, Javier Milei ocupaba el centro del ring. Pasó a ser la contracara de la vicepresidenta y expresidenta Cristina Kirchner, ensimismada en sus causas judiciales por corrupción y desentendida del gobierno que creó con un presidente ausente, Alberto Fernández. Desentendida, también, de su candidato, reprobado en un país con una inflación brutal apenas inferior a la de Venezuela y a la de Líbano. Massa y Milei deberán dirimir el 19 de noviembre quién será el próximo presidente. Un dilema en medio de una campaña electoral agotadora e interminable en la cual la remontada de Massa se debe a todas luces al descarado plan platita. Traducido: compra de votos con fondos públicos. Y, asimismo, al miedo que sembraron los suyos frente a una eventual victoria de un candidato excéntrico de prédica agresiva que, entrenado como (leer más)