Política

Más inmigración, más ultraderecha

La población de Alemania creció un 1,3 por ciento en 2022. No porque se haya disparado la tasa de natalidad, sino por el ingreso de refugiados ucranianos a raíz de la invasión de Rusia. Arribaron 1,12 millones de personas, según la Oficina Federal de Estadística. Especialmente, a ciudades importantes como Berlín y Hamburgo. En una proporción similar ascendió en las encuestas la adhesión hacia Alternativa por Alemania (AfD), el primer partido de ultraderecha que ingresó en el Parlamento Europeo desde la Segunda Guerra Mundial. Fue en 2017. Seis años después, AfD trepa en los sondeos hasta disputarle el liderazgo a los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz en alianza con Alianza 90/Los Verdes y el Partido Democrático Libre. La coalición semáforo, como la llaman, por los colores de cada partido. En 2022, un tribunal alemán dictó que AfD, partidaria de dinamitar la Unión Europea desde sus propias tripas, era una amenaza para la democracia. El Instituto de Derechos Humanos de Alemania se mostró afín a prohibirla por su afán de «eliminar el orden básico democrático libre» (leer más)